A pesar de que la naturaleza nos proporciona todo lo que nuestra sociedad moderna necesita, nuestra relación con ella es más bien destructiva. Todo el impacto que nuestra sociedad ha infligido sobre la Tierra ha conducido a una nueva era geológica, que los expertos han bautizado como Antropoceno. El Informe Planeta Vivo nos muestra cómo estamos dejando el planeta. ¡No te lo pierdas!
ASÍ ESTAMOS DEJANDO EL PLANETA: INFORME PLANETA VIVO 2018 (WWF)
Ésta no es la primera vez que hacemos un resumen del Informe Planeta Vivo, realizado por la WWF y que, con esta última edición, cumple los 20 años y cuenta con la participación de más de 50 expertos. Informes anteriores recalcaban el notable deterioro de los sistemas naturales de la Tierra: tanto la naturaleza como la biodiversidad están desapareciendo a un ritmo alarmante. Además, se calcula que a escala mundial la naturaleza provee servicios valorados en unos 110 billones de euros anuales.
¿QUÉ ESTÁ AMENAZANDO LA BIODIVERSIDAD?
Según un estudio reciente, las principales amenazas para la biodiversidad son dos: la sobreexplotación y la agricultura. De hecho, 3 de cada 4 especies de plantas, anfibios, reptiles, aves y mamíferos extinguidas desde el año 1500 desaparecieron debido a estos dos motivos. Ésto es debido al gran crecimiento del consumo a nivel mundial, que explica que la huella ecológica haya aumentado un 190% en los últimos 50 años.

La demanda de productos derivados de los ecosistemas, vinculado a su menor capacidad de reponerlos, explica que sólo el 25% de la superficie terrestre esté completamente libre de impactos de actividades humanas. Se prevé que esta fracción sea sólo un 10% en 2050.
La degradación del suelo incluye la pérdida de bosque, siendo mayor la tasa de deforestación en los bosques tropicales, que albergan los niveles más altos de biodiversidad. La degradación del suelo tiene impactos diversos sobre las especies, la calidad de los hábitats y el funcionamiento de los ecosistemas:
- Pérdida de biodiversidad.
- Alteración de hábitats.
- Alteración de las funciones biológicas de la biodiversidad.
- Alteración de los hábitats y sus funciones.
- Alteración de la riqueza y abundancia de las especies.
Las especies invasoras también son una amenaza común, la dispersión de las cuales se asocia al comercio. La contaminación, las presas, los incendios y la minería son presiones adicionales, además del papel cada vez mayor del cambio global.
ÍNDICE PLANETA VIVO 2018
El Índice Planeta Vivo (IPV) es un indicador del estado de la biodiversidad global y de la salud del planeta. Se establece calculando la abundancia promedio de unas 22.000 poblaciones de más de 4.000 especies distintas de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos de todo el mundo.
El IPV global muestra que el tamaño de las poblaciones de vertebrados han disminuido un 60% en poco más de 40 años (entre 1970 y 2014).

Si distribuimos las especies analizadas por reinos biogeográficos, como muestra la imagen inferior, podemos observar diferencias en el IPV. Las disminuciones de las poblaciones más pronunciadas se producen en los trópicos. El reino Neotropical ha sufrido la disminución más drástica: el 89% de pérdida respeto el año 1970. Por otro lado, en las Neárticas y Paleárticas las reducciones han sido muy inferiores: el 23 y 31% respectivamente. Los otros dos reinos presentan disminuciones intermedias, aunque importantes: en el África tropical es del 56% y en el Indo-Pacífico del 64%. En todos los reinos, la principal amenaza es la degradación y pérdida de hábitats, pero se observan variaciones.

A diferencia de los últimos informes, en los que se separaba el índice según si las poblaciones eran terrestres, marinas o de agua dulce, en esta edición sólo se ha calculado el IPV de agua dulce. Son éstos los ecosistemas más amenazados ya que se ven afectados por la modificación, fragmentación y destrucción de los hábitats; las especies invasoras; la pesca excesiva; la contaminación; las prácticas forestales; las enfermedades y el cambio climático. Analizando 3.358 poblaciones de 880 especies distintas se ha calculado que el IPV de agua dulce presenta una disminución del 83% desde 1970, viéndose especialmente afectadas aquellas especies de los reinos neotropical (94% de disminución), el Indo-Pacífico (82%) y el África tropical (75%).
APUNTAR MÁS ALTO: REVERTIR LA CURVA DE PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
A pesar de los acuerdos políticos para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad (Convenio de Diversidad Biológica, COP6, Metas de Aichi…), las tendencias mundiales de biodiversidad continúan disminuyendo.
Según se indica en el Informe Planeta Vivo, “entre hoy y finales de 2020 se presenta una ventana de oportunidad sin igual para dar forma a una visión positiva para la naturaleza y las personas”. Esto se debe a que el Convenio de Diversidad Biológica está en proceso de establecer nuevas metas y objetivos para el futuro, sumando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para el caso de los ODS, estos hacen referencia a:
- ODS 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible.
- ODS 15: Efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de diversidad biológica.
A partir de 2020, los autores consideran que lo que hace falta son metas atrevidas y bien definidas y un conjunto de acciones creíbles para restaurar la abundancia de la naturaleza hasta el 2050. Para conseguirlo, los autores recomiendan seguir tres pasos:
- Especificar claramente el objetivo de recuperación de la biodiversidad.
- Desarrollar un conjunto de indicadores de progreso medibles y relevantes.
- Acordar un paquete de acciones que en conjunto logren alcanzar el objetivoo en el marco de tiempo requerido.
CONCLUSIÓN
Viendo los datos del Informe Planeta Vivo 2018, es evidente que la naturaleza está en retroceso: hemos perdido el 60% de las poblaciones de vertebrados del planeta, a pesar de las diferencias entre las diferentes áreas. Además, las políticas ambientales no son suficientes para frenar esta tendencia. Así pues, hacen falta políticas más ambiciosas para frenar y recuperar la naturaleza del planeta en el que vivimos. Tenemos la obligación de vivir con la naturaleza, no contra la naturaleza. De no tener unos hábitos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, los beneficios que ésta nos aporta van a perderse y afectará nuestra propia supervivencia.
Puedes leer el informe completo en WWF.