El cambio global es la principal amenaza del Ártico, puesto que el incremento de la temperatura está produciendo el deshielo de su cobertura de hielo. ¿Qué consecuencias tendrá eso para su frágil ecosistema? ¿Nos debería de importar?
EL ÁRTICO Y SU IMPORTANCIA
El Ártico, una de las pocas zonas vírgenes del planeta, está situado en la zona del polo norte. Las bajas temperaturas en la región (una media de -35ºC en invierno y de 0ºC en verano) se deben a la poca insolación que recibe debido a la inclinación del globo.
Antes de la época industrial, el casquete de hielo permanente del Ártico ocupaba unos 7 millones de kilómetros cuadrados (doblando su extensión en invierno), pero cada vez es más difícil mantener ese hielo en verano. El hielo puede alcanzar un espesor de 50 metros en invierno, reduciéndose a 2 metros en verano.
Antes de empezar, puedes disfrutar de este vídeo con impresionantes imágenes del Ártico:
VIDA EN EL ÁRTICO
El ártico ofrece una gran diversidad de ambientes distintos: el océano, las placas de hielo, la zona costera, la tundra y algunos bosques de coníferas.

Todo esto permite el sustento de muchas especies vegetales y animales. Sólo en el océano Ártico se han descrito más de 5.000 especies animales, algunas de las cuales són especies endémicas de esta zona. Se estima que unas 400 especies del Ártico sólo viven en esta región.
Entre los animales más conocidos, encontramos a la ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), un animal de gran tamaño que puede vivir más de 100 años, y el narval (Monodon monoceros), cetáceos en los cuales los machos presentan un colmillo muy largo, usado durante el cortejo.

En el hielo y la nieve, el oso polar (Ursus maritimus), las morsas (Odobenus rosmarus), el lobo ártico (Canis lupus arctos) y el reno ártico (Rangifer tarandus) se hacen presentes.

El ártico también es el hogar de más de 80 especies de aves, como el arao de Brünnich o el eider real; y más de 400 de peces.
Pero, sin duda, el grupo que se lleva la palma son los artrópodos, con más de 1.500 especies documentadas, aunque también hay representantes de casi todos los filos animales existentes.

EL ÁRTICO ES ESENCIAL PARA EL CLIMA
El Ártico, junto con la Antártida, es como un aire condicionado natural del planeta. Por lo tanto, su mal funcionamiento incrementa aún más los efectos del cambio climático.
La cobertura de hielo es responsable de un elevado porcentaje del albedo. El albedo es el efecto por el cual una superfície refleja parte de la radiación solar de vuelta hacia la atmósfera, lo que permite mantener la temperatura más bajas. Sin este efecto, las temperaturas serán cada vez más altas.

Los procesos físicos que tienen lugar en el Ártico influyen en la circulación del océano a nivel mundial: durante la formación de hielo marino, los cristales de agua excluyen la sal, de manera que el agua es cada vez más salada. El augmento de salinidad, junto con las bajas temperaturas del agua, provocan la formación de un agua muy densa que se hunde hasta el fondo del océano y que es transportada hacia más al sur gracias a la circulación termohalina, responsable de regular el clima planetario. Sin hielo, esta corriente termohalina podría verse interrumpida o debilitada, con las consecuencias que esto acarrearía.

ÁRTICO Y CAMBIO CLIMÁTICO
Debido al aumento de la temperatura a nivel planetario, el hielo que cubre el Ártico se ha ido reduciendo. Según indican varios informes, ésta reducción ha sido del 30% en sólo dos décadas. Además, si se mantiene esta tendencia, en vente años más podría desaparecer totalmente el hielo ártico, por lo menos durante el verano. Sin hielo, muchas especies van a tener serios problemas para sobrevivir, como es el caso del oso polar, de las focas y otros pinnípedos.

Como hemos visto, sin hielo, no hay albedo; pero además, si se derrite el hielo permanente, se va a producir la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero que estaban atrapados bien en el hielo, bien en el suelo congelado del ártico (el permafrost); retroalimentando al cambio climático.
Algunos estudios apuntan que, si se derritiera todo el hielo de Groenlandia el nivel medio del mar subiría 7 metros.
Además, cada vez se producen más proliferaciones masivas de algas, las cuales se hunden y provocan la eutrofización del ecosistema. La reducción del espesor de hielo, permite que cada vez penetre más dióxido de carbono en el agua, lo que produce la acidificación del agua, lo que puede causar blanqueamiento de corales y malformaciones en las conchas de los animales.
Son muchas las compañías que ven en el deshielo del Ártico muchas posibilidades comerciales:
- Obtención de recursos energéticos como el gas natural y el petróleo (sólo para 3 años, según los expertos).
- Explotación de recursos minerales como manganeso, oro, plomo y diamantes.
- Nuevos caladeros de pesca.
- Nuevas rutas comerciales para el transporte marítimo y el turismo.
Así pues, el ártico es un ecosistema muy frágil que debemos de proteger entre todos. Actuando a nivel local, estamos actuando a nivel global.
REFERENCIAS
- Broecker, WS (2005). The role of the ocean in climate: Yesterday, today and tomorrow. Eldigio Press
- El mar a fondo: El agua de mar y las corrientes oceánicas (Guía didáctica).
- McIntyre, A (2010). Life in the World’s Oceans. Blackwell Publishing Ltd.
- Greenpeace (2013). El Ártico y los efectos del cambio climático en España. Salvar el Ártico es salvar mucho más. Greenpeace.
- Hutchinson, S & Hawkins, LE (2004). Océanos. Libros Cúpula. Coleccion Biblioteca visual
- Palacín, B (2010). La creciente importancia el Ártico. Revista Española de Defensa
- Perrin, WF; Würsig, B & Thewissen, JGM (2009). Encyclopedia of Marine Mammals. Academic Press (2 ed)
- Foto de portada: Kerstin Langenberger