Algunos escarabajos, lagartos… presentan estructuras parecidas a cuernos, pero los mamíferos son sin duda quienes tienen cuernos mejor desarrollados y más diversos. ¿Son todos los cuernos iguales? ¿Para qué sirven? ¿Tienen valor económico? Te animamos a descubrirlo en el siguiente artículo.
¿QUÉ SON LOS CUERNOS?
Toros, ciervos, rinocerontes… todos presentan en la cabeza estructuras que llamamos cuernos, pero en realidad no todos lo son. Estrictamente, los cuernos son dos estructuras óseas que salen de los huesos frontales del cráneo, son permanentes (no se caen nunca) y no ramificados. En algunas especies crecen durante toda la vida.

Están cubiertos de un núcleo óseo y un recubrimiento exterior de queratina (la misma proteïna que forma nuestros pelos y uñas). Los cuernos presentan diferentes formas y tamaños según la especie: rectos, curvos o en espiral; volteados, ondeados o lisos; cortos o largos. Todos tienen puntas agudas.

Todos los machos de bóvidos (toros, cabras, ovejas, antílopes…) tienen cuernos, y también los poseen las hembras en muchas especies. No obstante, en general, las hembras tienen los cuernos más rectos y delgados mientras que en los machos son más anchos y pueden soportar más fuerza.
CRECIMIENTO DE LOS CUERNOS
Cuando los cuernos empiezan a crecer, no lo hacen directamente a partir del hueso, sino a partir de tejido conectivo. Cuando se completa el crecimiento el núcleo del cuerno se osifica y se fusiona con los huesos frontales del cráneo.

UN CASO ESPECIAL
El antílope americano o berrendo (Antilocapra americana) posee unos cuernos distintos de los bóvidos: son ramificados y las cubiertas queratinizadas se cambian anualmente, mientras que en los bóvidos son permanentes.

¿QUÉ SON LAS ASTAS?
Igual que los cuernos, las astas son dos estructuras óseas que salen de los huesos frontales, pero son estacionales (cambian cada año) y ramificadas.
Las astas sólo existen en los machos de los cérvidos, a excepción del caribú o reno (Rangifer tarandus), que las presentan tanto machos como la mayoría de hembras.
CRECIMIENTO DE LAS ASTAS
A diferencia de los cuernos, las astas sí que crecen a partir de unas estructuras óseas (pedicelos) que se encuentran en el lateral de los huesos frontales. El crecimiento se inicia en primavera (abril o mayo en el Hemisferio Norte), debido a cambios hormonales y al aumento paulatino de las horas de luz. El crecimiento de las astas tiene varias fases:
- Fase inicial: las astas están recubiertas de piel y terciopelo, por lo que también poseen vasos sanguíneos y nervios.
- Fase intermedia: el exterior de hueso esponjoso, se sustituye por hueso compacto. el interior se rellena con hueso laminar esponjoso.
- Fase final: el terciopelo muere y se elimina. Para ayudar a esto los animales se frotan contra los troncos y vegetación, quedando las astas pulidas y de color marrón.
A, B, C: 1, 15 y 30 días de crecimiento. D, E: 3 y 5 meses después, ya completamente crecidas. F: pérdida del terciopelo. Fotos: A-E, Steve Demarais, F, Dave Hewitt
Después de la época reproductiva los niveles hormonales caen, lo que junto a la disminución del fotoperiodo hace que el pedicelo pierda calcio, se debilite la unión entre él y el asta y ésta se caiga. El ciclo se repetirá la siguiente primavera, apareciendo una ramificación más, por lo que a astas más ramificadas, mayor edad tiene el individuo.

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ASTAS Y CUERNOS?
Como ya sabemos, principalmente astas y cuernos son usados por los machos durante la época reproductiva para competir por las hembras, en peleas y exhibiciones. Habitualmente los animales chocan sus astas/cuernos entre sí, para demostrar su fuerza corporal. Los cuernos, a menudo puntiagudos, también se utilizan como defensa ante el ataque de depredadores.
Observa la espectacular disputa entre dos muflones canadienses:
Hay especies con astas pequeñas pero colmillos muy desarrollados, a pesar de ser herbívoros. Esto es debido a que también los utilizan durante las luchas. En cambio, especies con astas más grandes no presentan estos colmillos desarrollados.

Para el ser humano, estas astas y cuernos no sirven para nada. Desgraciadamente, sus portadores son objeto de cazadores, por la mera consecución de su “trofeo” o para usarlas para fabricar objetos. Sólo en España existen más de un millón de personas con licencia de caza. Según Fecaza, el negocio de la caza genera 3.600 millones de euros al año en España.

España también es el segundo país importador de trofeos de caza. Se pagan miles de euros (de 2.000 a 80.000) para hacer safaris de caza en África por ejemplo, donde el animal más codiciado es el que tiene los cuernos más grandes. Eso se traduce en la eliminación de los mejores machos reproductores y en la disminución de ejemplares en general.
¿Y EL CUERNO DEL RINOCERONTE?
Paradójicamente, puesto que sus cuernos han llevado y están llevando a la extinción muchas especies, los rinocerontes en realidad no poseen cuernos verdaderos, ya que no tienen un núcleo óseo ni una cubierta. Son una acumulación de fibras córneas, parecidas a un pelo grueso, aunque no son verdaderos pelos. Además, el cuerno se situa encima de los huesos nasales, no frontales como en el caso de astas y cuernos verdaderos. Sólo en las especies con dos cuernos, el segundo se apoya en los huesos frontales.
En las hembras, el cuerno serviría para proteger a las crías, mientra que en los machos para enfrentarse a sus rivales.

Como hemos comentado, debido a los supuestos poderes mágicos de los cuernos en la medicina tradicional, estamos extinguiendo los rinocerontes igual que con los pangolines… por un puñado de queratina. En el mercado negro, un kilo de cuerno de rinoceronte puede costar entre 60.000 – 100.000 dólares, más que el oro.

¿TE HAS FIJADO EN QUE LAS JIRAFAS TIENEN CUERNOS?
Como ya deberás suponer a estas alturas, no, las girafas no tienen cuernos verdaderos, pero también tienen unas estructuras pares en la cabeza, tanto machos, como hembras y recién nacidos. Se llaman osiconos. Son permanentes, no ramificados y están cubiertos siempre de pelo y piel. De hecho, ya aparecen en el feto como estructuras cartilaginosas y no se fusionan al cráneo hasta los 4 años, entre el hueso frontal y parietal.

Los osiconos permiten distinguir la edad y sexo de una jirafa: los delgados y acabados en un penacho de pelo son jóvenes o hembras, mientras que los machos no acostumbran a presentar pelo en la parte superior. Los machos además, tienen una protuberancia delante de los cuernos más marcada que las hembras. A más edad, mayor es esta protuberancia, ya que se va depositando calcio con el tiempo.
Los osiconos de las jirafas son utilizados por los machos durante sus enfrentamientos. Seguramente tuvieron un papel más importante en antepasados suyos como el sivaterio, el jiráfido de mayor tamaño que ha existido. Es posible que también tengan alguna función en la termoregulación, ya que al estar cubiertos de piel, están vascularizados.
REFERENCIAS
- Clutton-Brock, Juliet et al. 2002. Animal. Pearson Educación
- Horns and antlers
- Rinoceronte negro
- El rinoceronte negro de África se ha extinguido
- Safaris africanos y el negocio de los trofeos en España
- Antlers
- Questions and answers: deer
- Imagen de portada