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Cetáceos del mar Mediterráneo

¿Sabías que en el mar Mediterráneo viven de forma habitual hasta 8 especies de cetáceos, entre delfines, ballenas y zífios; además de otras especies visitantes o espontáneas, entre las que destaca la orca? Este artículo, una nueva versión de “Cetáceos de la costa catalana“, el primer post publicado en este blog, pretende dar un conocimiento más amplio de los cetáceos que viven en el mar entre tierras.

INTRODUCCIÓN

Los cetáceos se originaron hace más o menos 50 millones de años en el antiguo mar de Tethys, a partir de mamíferos terrestres. Aproximadamente, hay un total de 80 especies en el mundo, pero en el Mediterráneo se encuentran 8 de forma habitual y otros están presentes en determinadas épocas del año o de forma esporádica.

CETÁCEOS HABITUALES DEL MAR MEDITERRÁNEO

DELFÍN LISTADO

El delfín listado (Stenella coeruleoalba) es un cetáceo con una coloración dorsal negra o gris azulada, con la parte ventral blanca. Los flancos son atravesados por una línea negra que comienza en el ojo y se extiende hasta la región anal y otra que se dirige hacia la aleta pectoral. Los animales del Mediterráneo son ligeramente más pequeños que sus vecinos del Atlántico, por lo que pueden alcanzar una longitud de 2,2 m.

Stenella coeruleoalba delfin listado cetáceos mediterraneo
Delfin listado (Stenella coeruleoalba) (Foto: Scott Hill National Marine Mammal Laboratory, Creative Commons).

Se pueden observar formando grandes grupos, de hasta cientos de ejemplares. De todos modos, en las observaciones que yo mismo he realizado en el Mediterráneo, los grupos oscilaban entre los 5 y los 50 ejemplares. Se trata de animales muy acrobáticos, pues suelen realizar saltos que pueden superar los 7 metros de altura.

Son comunes en las dos cuencas mediterráneas, especialmente en mar abierto, siendo muy abundantes en el mar de Liguria, en el Golfo de León, el mar de Alborán (entre Andalucía y Marruecos) y el Balear (entre la Península Ibérica y Baleares).

Esta especie es la más abundante del Mediterráneo (unos 117.000 ejemplares en la cuenca occidental), aunque se encuentra en un estado de conservación vulnerable debido a la afectación por morbillivirus, contaminantes como los organoclorados (¿quieres saber qué efecto tiene el mercurio en su salud?) y los aparejos de pesca.

DELFÍN MULAR

El delfín mular o de nariz de botella (Tursiops truncatus) quizás es de los más conocidos para la población, pues es el protagonista de muchas películas y es el mayoritario de los cetáceos en cautividad.

delfin mular tursiops truncatus cetaceos mediterraneo
Delfín mular (Tursiops truncatus) (Foto: Gregory Slobirdr Smith, Creative Commons).

Su cuerpo, que es robusto, tiene una coloración general gris, más clara en los laterales y blanca en el vientre. Pueden alcanzar una longitud máxima de 4 metros.

Vive en grupos de 2-10 ejemplares, que a veces se pueden juntar para formar grandes grupos. Estos grupos suelen estar integrados por hembras y crías o bien son de machos jóvenes. Son animales costeros, y pueden encontrarse por todas las costas del Mediterráneo.

Su estado de conservación en el Mediterráneo es vulnerable. Se cree que el número total de individuos de esta población ronda los 10.000 ejemplares. Sus principales amenazas son la competencia con las pesquerías comerciales, las capturas accidentales y la contaminación del agua.

DELFÍN COMÚN

El delfín común (Delphinus delphis) se puede reconocer fácilmente por la coloración de su cuerpo: la región dorsal es oscura, con los laterales de color crema o amarillo, que forman una V en la zona media del cuerpo. Como los listados, también son delfines pequeños (entre 2 y 2,5 metros).

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Delfín común (Delphinus delphis) (Foto: JKMelville, Creative Commons).

Forman grupos muy numerosos, de entre 10 a 200 individuos, aunque se han observado de miles, los cuales viven en aguas abiertas. La composición de los grupos es bastante desconocida.

Les gusta ponerse en la parte delantera de las embarcaciones, como muestra este vídeo:

A pesar de su nombre, cada vez es más difícil observarlos, pues están en peligro de extinción en el Mediterráneo. En los últimos 40 años, sus poblaciones se han reducido a la mitad. Los motivos son varios: falta de presas por la competencia con los pescadores, capturas accidentales, pérdida de la calidad del hábitat, el ruido marino y altas concentraciones de contaminantes.

RORCUAL COMÚN

El rorcual común (Balaenoptera physalus) es la ballena más grande del Mediterráneo, y la segunda del mundo.

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Rorcual comú (Balaenoptera physalus) (Foto: Circe)

La cabeza de los rorcuales comunes tiene forma de V y es ancha y aplanada. Su coloración general es gris oscura en la parte dorsal y blanca en la ventral, aunque es asimétrica a nivel de mandíbulas: el lado izquierdo es de color gris oscuro y el derecho es blanco. Presentan una aleta dorsal muy baja en el segundo tercio del cuerpo. Cuando se sumergen, no muestran la aleta caudal, lo que nos permite distinguir un rorcual de un cachalote. Su soplo puede alcanzar los 8 metros de altura y es estrecho, y tarda varios segundos en desaparecer. En cuanto a su longitud, pueden alcanzar los 24 metros.

Se suelen observar en mar abierto en solitario o en pequeños grupos, normalmente madre y cría. En el Mediterráneo, se suelen encontrar en aguas profundas oceánicas desde las Islas Baleares hasta el Mar Jónico, siendo especialmente abundante en el Golfo de León.

Según la IUCN, se trata de una especie vulnerable en el Mediterráneo, aunque está en peligro de extinción a nivel mundial. Su población mediterránea incluye unos 5.000 adultos. Son víctima de colisiones con embarcaciones, altas concentraciones de DDT, la contaminación acústica causada por las prospecciones sísmicas y capturas accidentales en redes de pesca.

Quizás te suena este vídeo de un rescate que llevaron a cabo unos jóvenes de Fuerteventura a un ejemplar de 15 metros:

CACHALOTE

Los cachalotes (Physeter macrocephalus)  son los cetáceos con dientes más grandes del planeta y unos de los más grandes del Mediterráneo.

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Cachalote (Physeter macrocephalus) (Foto: Gabriel Barathieu, Creative Commons).

Los cachalotes no presentan aleta dorsal, sino que es más bien una joroba triangular seguida por seis protuberancias. Una característica muy importante es que el soplo es inclinado hacia la izquierda. La cabeza, que tiene forma cuadrada, representa 1/3 de la longitud total del animal. Es de color negro o gris, con la parte inferior de la boca blanca. Para sumergirse, sacan la cola fuera del agua. Pueden llegar a los 20 metros de longitud.

Forman grupos sociales muy cohesionados formados por hembras y sus crías, otros grupos de machos jóvenes y los machos adultos son solitarios. El número de individuos oscila entre los 10 y los 15 animales, aunque también se pueden ver de más pequeños. Se suelen observar en aguas oceánicas de todo el Mediterráneo.

Se encuentra en peligro de extinción en el Mediterráneo debido a que quedan atrapados en redes de pesca, por las colisiones con embarcaciones y las molestias causadas por el tráfico marítimo. Se estima que hay algunos pocos miles de individuos en todo el Mediterráneo.

Te has perdido el vídeo de unos cachalotes que “adoptan” a un cetáceo con deformaciones?

CALDERÓN GRIS

El calderón gris (Grampus griseus), conocido también como delfín de Risso, es un animal que, al nacer, es de color gris. De todos modos, con la edad su piel queda llena de cicatrices blancas y que no desaparecen. Pueden alcanzar los 4 metros de largo.

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Calderón gris (Grampus griseus) (Foto: Rob, Creative Commons).

Generalmente, viven en grupos de 3-50 individuos, a pesar de que en ocasiones se han visto grupos de varios miles de individuos. En el Mediterráneo, se encuentra ámpliamente distribuido en aguas abiertas, siendo más abundante en la cuenca occidental, donde prefiere el talud continental y los cañones submarinos.

No se conoce el estado de conservación de esta especie en el Mediterráneo, pero se ven afectados por las capturas accidentales en aparejos de pesca y la contaminación acústica y química.

CALDERÓN COMÚN

El calderón común o ballena piloto de aleta larga (Globicephala melas) es la especie de delfín más grande del Mediterráneo, pues puede alcanzar los 6 metros. De color general negro, en el vientre tiene una marca blanca en forma de ancla. Las aletas pectorales miden una quinta parte de la longitud del cuerpo.

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Calderón común (Globicephala melas) (Foto: Wikiwand).

Viven en grupos de 10 a 60 individuos, aunque pueden formar grupos de miles de animales. Los grupos están constituidos por varias generaciones de hembras con sus crías. En el Mediterráneo, se encuentra de forma abundante en la cuenca occidental, especialmente en la zona del estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán.

No hay datos suficientes para evaluar su estado de conservación. De todas formas, se sabe que está amenazado por las capturas accidentales de los pesqueros, las colisiones con buques y la contaminación acústica y química.

ZÍFIO DE CUVIER

Los zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) son de color girs oscuro o marrón, con la cabeza más clara. Tienen la cabeza voluminosa, y el morro está poco marcado. Pueden medir hasta 7 metros de longitud.

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Zífio de Cuvier (Ziphius cavirostirs) (Foto: WDC).

Suelen vivir en grupos de 2-7 individuos o solitariamente, en aguas oceánicas y muy profundas.

Es una especie muy difícil de observar ya que tienen poca actividad en superficie, motivo que puede explicar que no haya datos suficientes para evaluar su estado de conservación. De todas formas, se sabe que son especialmente sensibles a la contaminación acústica, ya sean operaciones militares o prospecciones sísmicas. Además, la ingestión de plástico y las capturas accidentales también los ponen en peligro.

¿ORCAS EN EL MEDITERRÁNEO?

Las orcas (Orcinus orca) son uno de los cetáceos más fascinantes. Viven tanto en aguas polares como en tropicales, desde la costa hasta mar abierto.

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Orca (Orcinus orca) (Foto: Jose J. Díaz)

En el Mediterráneo, sin embargo, se consideran residentes sólo en el Estrecho de Gibraltar, con una población de unos 32 individuos. Su presencia en el Estrecho, se cree que está ligada a la presencia de atún rojo, del que se alimentan. Os dejo un vídeo de la BBC sobre la interacción entre pesca y atún en el Estrecho (en este caso, atún común):

¿Sabías que las orcas utilizan diferentes dialectos para comunicarse? ¿Sabías que se han descrito comportamientos homosexuales? Además, se han encontrado algunos ejemplares de orca albinos.

Sin embargo, a principios de año se vieron dos individuos que llegaron hasta las costas de Cataluña (Ametlla de Mar), tal como anunciaron desde la Red de observaciones y rescate de animales marinos de la Generalitat de Catalunya:

No se conoce su estado de conservación, pero la muerte directa en manos de los pescadores, la reducción de sus presas, las molestias y la degradación del hábitat están entre las causas de su reducción.

REFERENCIAS

  • CRAM: Cetacis
  • Day, T (2008). Guía para observar ballenas, delfines y marsopas en su hábitat. Ed. Blume
  • Gobierno de Canarias: Curso de Observación de Cetáceos
  • IUCN (2012). Marine Mammals and Sea Turtles of the Mediterranean and Black Seas. Gland, Switzerland and Malaga, Spain: IUCN
  • Kinze, CC (2002). Mamíferos marinos del Atlántico y del Mediterráneo. Ed. Omega
  • Lleonart, J (2012). Els mamífers marins i els seus noms. Terminàlia, 5, 7-25
  • Notarbartolo di Sciara G. (compilers and editors) (2006). The status and distribution of cetaceans in the Black Sea and Mediterranean Sea. IUCN Centre for Mediterranean Cooperation, Malaga, Spain.
  • Foto de portada: Scuba Diver Life

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Los cetáceos tienen una respuesta negativa al tráfico marítimo durante el verano en el mar Mediterráneo Occidental

Un equipo de investigadores de diferentes organizaciones italianas ha publicado en mayo del 2015 sus descubiertas sobre la respuesta al tráfico marítimo durante el verano de los cetáceos que viven en alta mar en el Mediterráneo Occidental. Este artículo es un resumen de este estudio. 

INTRODUCCIÓN

Actualmente, los cetáceos hacen frente a diferentes amenazas, como la pérdida de sus hábitats, la reducción de los recursos, la interacción con las pesquerías y la contaminación química y acústica, entre otras. En el caso del transporte en barcos, puede producir cambios a largo plazo en su distribución, cambios a corto plazo en su comportamiento o heridas físicas directas (por ejemplo, colisiones).

El mar Mediterráneo es una de las zonas con más transporte marítimo. Además, el transporte en barco está creciendo a la vez que crece la preocupación de su impacto en la fauna. Además, debemos tener en consideración que los meses de verano son los que más transporte presentan, especialmente debido al incremento de los barcos de cruceros y los ferry de pasajeros.

El objetivo de este estudio fue determinar si la intensidad del tráfico en alta mar era estadísticamente diferente entre la presencia y ausencia de avistamientos de cetáceos.

ÁREA  DE ESTUDIO Y RECOGIDA DE DATOS

Como la mayoría de las especies de cetáceos del Mediterráneo son pelágicos y hay una falta de información en estas áreas, la investigación ha estado realizada a lo largo de seis transectos en rutas en barco que conectan Italia, Francia y España en alta mar (situados en la cuenca Liguria-Provenzal, el mar Tierreno norte y central y los mares de Cerdeña y Balear).

Mediterranean Sea basin (Picture from Encylopaedia Britannica)
Cuenca del mar Mediterráneo (Foto de Encylopaedia Britannica)

Los transectos se realizaron de junio a setiembre entre los años 2009 y 2013 utilizando ferris como plataformas de observación. Durante este periodo, se recorrieron más de 95.000 km y se registró la presencia de ocho especies de cetáceos.

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CETÁCEOS Y TRANSPORTE MARÍTIMO

En las localizaciones donde se avistaron cetáceos, el número de embarcaciones era un 20% inferior al número de barcos en ausencia de avistamientos. En el caso de las tres especies más avistadas; el rorcual común (Balaenoptera physalus), el delfín listado (Stenella coeruleoalba) y el cachalote (Physeter macrocephalus); esta diferencia era, respectivamente, del 18%, 20% y 2%. Referente a las otras especies, en el caso del zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) la diferencia era del 29% y en el calderón gris (Grampus griseus) era del 43%. En el caso del delfín mular (Tursiops truncatus) la diferencia fue insignificante. Finalmente, para el delfín común (Delphinus delphis) y para el calderón común (Globicephala melas) no se puede concluir nada.

De todas formas, a pesar de que el número de barcos registrados durante los avistamientos de cetáceos era inferior en todas las áreas, el porcentaje de diferencia oscilaba del 11 al 49% entre las áreas.

Por lo tanto, en alta mar durante el verano, donde los cetáceos fueron avistados, había una abundancia significativamente inferior de barcos. Algunas explicaciones pueden ser: los animales puede tender a evitar las zonas más impactadas con pequeños desplazamientos buscando áreas con menos barcos, pueden cambiar su distribución para ocupar las áreas con menos tráfico o pueden aumentar las inmersiones donde tiene lugar el tráfico más intenso. Por lo tanto, hay diferentes factores que afectan este porcentaje de diferencia, como las necesidades ecológicas específicas y las condiciones medioambientales locales. 

En el caso de los rorcuales comunes, donde el transporte marítimo era intenso, la presencia de rorcuales era generalmente inferior con la excepción de la parte central del mar de Liguria. La explicación podría ser que esta región es ecológicamente favorable en verano ya que es una zona de alimentación de la especie y estos animales están presentes para alimentarse. Así, se produce una coexistencia entre los barcos y los rorcuales.

Fin whale (Balaenoptera physalus) (Picture from Circe)
Rorcual común (Balaenoptera physalus) (Foto de Circe)

Otro ejemplo es el delfín listado. Debido a su alta movilidad, este delfín puede evitar la presencia de embarcaciones y ésto podría ser la razón por la cual hay una respuesta negativa entre esta especie y la presencia de los barcos.

Striped dolphin (Stenella coeruleoalba) (Picture from Marc Arenas Camps)
Delfín listado (Stenella coeruleoalba) (Foto de Marc Arenas Camps)

En cuanto al cachalote y al zifio de Cuvier, no había diferencias en ambos casos en aguas del mar de Liguria y la razón es posiblemente que el cachalote y el zifio de Cuvier tienen sus zonas de alimentación en esta cuenca y, además, el talud continental y los caños submarinos están localizados en áreas concretas. No obstante, se observan diferencias en otras áreas.

Sperm whale (Physeter macrocephalus) (Picture from Gabriel Barathieu).
Cachalote (Physeter macrocephalus) (Foto: Gabriel Barathieu, Creative Commons).
Cuvier's beaked whale (Ziphius cavirostris) (Picture: Todd Pusser, Arkive).
Zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) (Foto: Todd Pusser, Arkive).

Finalmente, el delfín mular no mostraba ninguna respuesta al transporte marítimo. Probablemente, al ser una especie costera, está más acostumbrado a compartir su hábitat con las embarcaciones.

Bottlenose dolphin (Tursiops truncatus) (Picture: Brandon Cole).
Delfín mular (Tursiops truncatus) (Foto: Brandon Cole).

REFERENCIAS

  • Campana, I; Crosti, R; Angeletti, D; Carosso, L, David, L; Di-Méglio, N; Moulins, A; Rosso, M; Tepsich, P & Arcangeli, A (2015). Cetacean response to summer maritime traffic in the Western Mediterranean Sea. Marine Environmental Research, 109, 1-8

Mercurio en delfines listados (Stenella coeruleoalba) del Mediterráneo (II): efectos y detoxificación

Aquí tenéis la segunda parte y última en la que trato el tema del mercurio en delfines listados del Mediterráneo. Si en la primera parte hablé sobre el origen y los niveles de mercurio, en esta ocasión nos centramos en los efectos y su detoxificación. Espero que sea de vuestro interés!

 

ORIGEN Y NIVELES DE MERCURIO EN DELFINES LISTADOS DEL MEDITERRÁNEO (RESUMEN)

El mercurio del Mediterráneo tiene un origen principalmente natural, debido a la presencia de depósitos de cinabrio (HgS) a lo largo de la cuenca mediterránea, especialmente en Italia. Es por este motivo que los delfines del Mediterráneo tienen uno de los niveles más elevados del mundo, teniendo la máxima concentración en el hígado, seguido del pulmón, el riñón y los músculos.

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EFECTOS DEL MERCURIO EN LOS DELFINES

El mercurio presenta múltiples formas intercambiables en la biosfera, pero la bioamulación a lo largo de la red trófica se produce gracias al metilmercurio (MeHg), una forma orgánica con una alta afinidad por los lípidos (grasas). Las formas inorgánicas son menos tóxicas que las orgánicas. Así pues, la concentración de metilmercurio, más que la concentración total de mercurio, es el mejor indicador de los posibles efectos tóxicos. De todas formas, el metilmercurio representa menos del 10% del mercurio total del hígado en adultos (Cardellicchio et al. 2000, Krishna et al. 2003), aunque en los individuos lactantes representa aproximadamente un 50% (Cardellicchio et al. 2002b) y en jóvenes es entre el 13-35% (Cardellicchio et al. 2002b).Aunque no se puede relacionar directamente la muerte de los delfines encontrados en las costas mediterráneas con el mercurio, es razonable pensar que éste, en sinergia con otros contaminantes, podría causar trastornos en la fisiología de los animales (Cardellicchio et al. 2002a). A grandes rasgos, el mercurio causa desórdenes serios en tejidos como el hígado, el riñón y el cerebro (Augier et al. 1993)Los daños primarios causados por el mercurio se producen en el sistema nervioso central, incluyendo déficit motor y sensitivo y deficiencia de comportamiento. Se ha observado que el límite de tolerancia de mercurio en el hígado de mamíferos es de 100 – 400 μg/g en peso húmedo (Frodello et al. 2000, Cardellicchio et al 2000, Cardellicchio et al. 2002b). En delfines mulares (Tursiops truncatus) del Atlántico se han asociado anormalidades del hígado con la acumulación crónica de mercurio (Krishna et al. 2003). En concreto, se ha observado la acumulación de lipofucsina (pigmento marrón) en las áreas portales del hígado, derivado del daño en células causado por la inhibición que causa el metal en las enzimas digestivas lisosomáticas, lo que habría reducido la degradación de proteínas y, así, causando la acumulación del pigmento y la muerte de las células. Si eso fuera cierto también para los delfines listados, las poblaciones mediterráneas de esta especie están en grave riesgo.
También se observan anorexia, letargo, trastornos reproductores y alteraciones y muerte de fetos. A la vez, el mercurio produce una disminución de las defensas, facilitando la aparición de enfermedades infecciosas y neumónia.

 

DETOXIFICACIÓN DEL MERCURIO

A pesar de los elevados valores hallados en delfín listado, los animales no presentan signos evidentes de intoxicación por mercurio. Como los delfines tienen muy poca capacidad para eliminar el mercurio, se han desarrollado diferentes mecanismos de detoxificación de este metal, de manera que se generan formas menos tóxicas que las originales (André et al. 1990, Leonzio et al. 1992, Augier et al. 1993, Monaci et al. 1998, Cardellicchio et al. 2000, Cardellicchio et al. 2002b, Krishna et al. 2003, Roditi-Elasar et al. 2003, Pompe-Gotal et al. 2009).

La detoxificación de mercurio la realizan principalmente el hígado (detoxificación y almacenaje) y el riñón (eliminación), a pesar de que el pulmón podría tener algún papel también en la detoxificación (Augier et al. 1993).

La vida media de eliminación del metilmercurio en delfines listados es de 1000 días (Itano i Kawai 1981). Se han identificado dos mecanismos de detoxificación de metilmercurio principales: la asociación a selenio y a metalotioneínas (Augier et al. 1993).

 

Asociación a selenio

Se ha identificado el efecto antagónico que tienen el mercurio y el selenio a lo largo de todo el reino animal, incluyendo los delfines (Leonzio et al. 1992, Monaci et al. 1998, Frodello et al. 2000, Cardellicchio et al. 2000, Cardellicchio et al. 2002b, Krishna et al. 2003, Roditi-Elasar et al. 2003, Pompe-Gotal et al. 2009).Se han observado gránulos esféricos y poligonales de selenuro de mercurio (también llamado tiemannita) a nivel intracelular, situados sobretodo en los macrófagos del hígado, las células de Kupfer y en los túbulos proximales del riñón, pero también en el sistema respiratorio, los pulmones y los nodos limfáticos hilares en delfines listados (Cardellicchio et al. 2002b, Krishna et al. 2003). El mercurio ingerido con el alimento se transporta hasta el hígado a través de las venas portales donde se convierte en selenuro de mercurio y se acumula (Krishna et al. 2003), lo que explica los elevados niveles de mercurio total del hígado de los delfines listados del Mediterráneo.

Palmisano et al. (1995) han propuesto dos fases en el mecanismo de desmetilación y acumulación: a niveles bajos de mercurio, el metal se retiene sobretodo en la forma metilada, mientras que a niveles altos (probablemente por encima del lindar de 100 μg/g en peso fresco de mercurio total) se produce la desmetilación. De hecho, la relación molar Hg:Se en el hígado de delfines listados es aproximadamente 1 una vez superado este nivel lindar (Krishna et al. 2003), mientras que toma valores inferiores a 1 en el resto de tejidos como el músculo (Leonzio et al. 1992).

Parece ser que la acción protectora del selenio contra el mercurio disminuye en la parte final de la vida de les delfines (Leonzio et al. 1992).

 

Asociación a metalotioneínas

La detoxificación del mercurio en delfines también se realiza por la compexación a metalotioneínas (MT), proteínas ricas en cisteína capaces de unirse a metales pesados a través de grupos tiol de sus residuos de cisteína (André et al. 1990, Caurant et al. 1996; Cardellicchio et al. 2002b). Aunque no es el mecanismo principal, se observa un máximo de un 10% del mercurio intracelular de los hepatócitos asociado a estas proteínas en ratas (Gerson i Shaikh 1982).

 

CONCLUSIONES

  • La concentración de mercurio varía substancialmente según el tejido y órgano que se consideren, pero sigue el siguiente patrón general: hígado >> pulmón, riñón > músculo. En la piel, melón, blubber y cerebro, toma valores insignificantes.
  • Los niveles del Mediterráneo son más altos que en el Atlántico y Pacífico y toma los valores máximos en la costa francesa, el mar de Liguia y el mar Tirreno.
  • La concentración de mercurio está relacionada con la edad y la longitud, pero no con el sexo.
  • A pesar de que los niveles de mercurio en los delfines listados del Mediterráneo son muy elevados no presentan efectos tóxicos gracias a la detoxificación del metal con selenio y metalotioneínas.

 

REFERENCIAS

  • Andre J, Boudou A, Ribeyre F i Bernhard M (1990). Comparative study of mercury accumulation in dolphins (Stenella coeruleoalba) from French Atlantic and Mediterranean coasts. The Science of the Total Environment 104:191-209
  • Augier H, Park WK i Ronneau C (1993). Mercury Contamination of the Striped Dolphin Stenella coeruleoalba Meyen from the French Mediterranean Coast. Marine Pollution Bulletin 26:306-311
  • Cardellicchio N, Decataldo A, Di Leo A i Giandomenico S (2002a). Trace elements in organs and tissues of striped dolphins (Stenella coeruleoalba) from the Mediterranean sea (Southern Italy). Chemosphere 49:85-90
  • Cardellicchio N, Decataldo A, Di Leo A i Misino A (2002b). Accumulation and tissue distribution of mercury and selenium in striped dolphins (Stenella coeruleoalba) from the Mediterranean Sea (southern Italy). Environmental Pollution 116:265-271
  • Cardellicchio N, Giandomenico S, Ragone P i Di Leo A (2000).Tissue distribution of metals in striped dolphin (Stenella coeruleoalba) from the Apulian coast, Southern Italy. Marine Environmental Research 49:55-66
  • Frodello JP, Roméo M i Viale D (2000). Distribution of mercury in the organs and tissues of five toothed whale species of the Mediterranean. Environmental Pollution 108:447-452
  • Gerson JR i Shaikh ZA (1982). Uptake and binding of cadmium and mercury to metallothionein in rat hepatocyto primary cultures. Biochemistry Journal 208:465-472
  • Itano K i Kawai S (1981). Changes of mercury contents and biological half-life of mercury in the striped dolphin. In: Fujiyama H (Ed.) Studies on the Levels of Oganochlorine Compounds and Heavy Metals in Marine Organisms. University of Ryukyus, 49-73
  • Krishna D, Virginie D, Stéphane P i Jean-Marie B (2003). Heavy metals in marine mammals. In: Vos JV, Bossart GD, Fournier M i O’Shea T (Eds.) Toxicology of Marine Mammals. Taylor and Francis Publishers, Washington DC, 135-167
  • Leonzio C, Focardi S i Fossi C (1992). Heavy metals and selenium in stranded dolphins of the Northern Tyrrhenian (NW Mediterranean). The Science of the Total Environment 119:77-84
  • Monaci F, Borrl A, Leonzio C, Marsili L i Calzada N (1998). Trace elements in striped dolphin (Stenella coeruleoalba) from the western Mediterranean. Envirnmental Pollution 99:61-68
  • Palmisano F, Cardellicchio N i Zambonin PG (1995). Speciation of mercury in dolphin liver: a two-stage mechanism for the demethylation accumulation process and role of selenium. Marine Environment Research 40(2):109-121
  • Pompe-Gotal J, Srebocan E, Gomercic H i Prevendar Crnic A (2009). Mercury concentrations in the tissues of bottlenose dolphins (Tursiops truncatus) and striped dolphins (Stenella coeruleoalba) stranded on the Croatian Adriatic coas. Veterinarni Medicina, 54(12):598-604
  • Roditi-Elasar M, Kerem D, Hornung H, Kress N, Shoham-Frider E, Goffman O i Spanier E (2003). Heavy metal levels in bottlenose and striped dolphins off the Mediterranean coast of Israel. Marine Pollution Bulletin 46: 504-512

 

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Estudio Baleària – 19 de junio del 2014

El pasado jueves 19 de junio realicé mi quinta colaboración en el Estudio y seguimiento de fauna marina del mar catalanobalear (Mediterráneo Norte-occidental), organizado por Biodiversidad Marina y patrocinado por Baleària. El equipo, en esta ocasión, estuvo formado por Artur, Ester, Rosa, Anna i yo mismo. El estudio empezó a las 14:07 des del puente de comandos del buque Visemar One, en la ruta Palma e Mallorca – Barcelona, y finalizó a las 19:10. Si no recuerdo mal, ha estado el día que hemos estado más rato en el puente de comandos realizando el avistamiento.

En cuanto a las condiciones meteorológicas del día conviene destacar que el estado del mar fue muy bueno, el viento tomó rachas entre 13 y 29 nudos (24 – 54 km/h aprox.); la visibilidad fue muy buena (de más de 9 km de distancia) y la nubosidad tomó un valor entre el 40-50% de cobertura. De todas formas, durante un rato se puso niebla a babor del barco.

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En cuanto a los avistamientos, este fue el mejor día de los que yo he estado. En cuanto a los cetáceos, observamos un delfín mular (Tursiops truncatus) sólo entrar en el puente de comandos; unos 230 delfines listados (Stenella coeruleoalba), repartidos en 11 grupos de entre 5 y 60 individuos; un calderón gris (Grampus griseus) y un zífio de Cuvier (Ziphius cavirostris). Entre los pájaros, vimos unas 30 pardelas cenicienta (Calonectris diomedea), 5 gaviotas patiamarillas (Larus michahelis), 1 vencejo común (Apus apus), 2 paíños europeos (Hydrobates pelagicus), 1 pardela balear (Puffinus mauretanicus) y 2 charranees comunes (Sterna hirundo). Además de todo esto, tuvimos la oportunidad de ver varias especies de peces:  14 peces voladores (Familia Exocoetidae), 1 manta (Mobula mobular) y 7 peces luna (Mola mola). Y, para rematar el avistamiento, vimos una tortuga careta (Caretta caretta).

La fotografía siguiente, tomada por mi mismo, es de una pardela cenicienta:

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Las fotos que hay a continuación son de delfines listados. Todas están hechas por mi, excepto las tres últimas que son de Anna Sánchez:

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Y, finalmente, os dejo con una foto de un pez volador, realizada por Anna Sánchez:

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Parasitología asociada al delfín mular (Tursiops truncatus) [2]: Halocercus lagenorhynchus

En esta segunda parte sobre la parasitología asociada al delfín mular nos centraremos en dar algunos detalles sobre Halocercus lagenorhynchus. Aunque en un primer momento se dijo que en una segunda publicación se daría la información de los tres parásitos objetos de estudio, se ha considerado más oportuno dar la información uno a uno para no colapsar al lector, puesto que la lectura es espesa por la cantidad de tecnicismos médicos.

Halocercus lagenorhynchus (fotografía) es un invertebrado del filo nematodo. A grandes rasgos, los nematodos se caracterizan por tener un cuerpo de sección circular, largo, estrecho, insegmentado y sin regionalizar. Están recubiertos por una epidermis celular o sincitial y externamente por una cutícula bastante complexa. Presentan desarrollo directo, con cuatro estadios juveniles (con una muda entre cada uno), y un ciclo vital complejo.

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Familia Pseudaliidae

El género Halocercus pertenece a la familia Pseudaliidae. Los organismos de esta familia se encuentran alrededor del mundo, pero sobre todo en el hemisferio norte en poblaciones costeras. En general, los adquieren después de la lactancia, cuando empiezan a ingerir presas, de manera que hay una transmisión horizontal vía cadena alimenticia.

El ciclo básico consiste en que un gasterópodo (caracol) o gusano oligoqueto ingieren una larva de primera fase del nematodo, pues es marina y le permite la dispersión; y éstos, a la vez, son ingeridos por peces, que a la vez serán ingeridos por el huésped definitivo, el cual es siempre un cetáceo del suborden odontoceto (cetáceos dentados).

Las evidencias de la presencia son sonidos interrumpidos en el espiráculo y parecidos a tos, la expulsión de moco y gusanos, anorexia y letargo. Suelen producir lesiones en los pulmones, hemorragias en los senos craneales y en el oído medio, inflamación mediana o alta, aumento del espesor del recubrimiento del seno mocoso y sinusitis. Además, se suelen desarrollar infecciones bacterianas o víricas secundarias.

El diagnóstico se hace con frotis de heces o de la mucosa del espiráculo para la detección de los adultos. Aunque en general no suponen graves problemas para los cetáceos, factores como los contaminantes, las enfermedades infecciosas y el estrés aumentan su gravedad.

Halocercus lagenorhynchus

Nos centramos ya en Halocercus lagenorhynchus. Los machos suelen ser los que causan daños, pues presentan espículas de 0,684 mm de longitud proyectadas parcialmente de la cloaca y a menudo el extremo anterior forma una especie de bobina (Fig. A). Las hembras suelen estar presentes en forma de cistos, presentando varias larvas en el útero (Fig. B).

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Este parásito se instala en los pulmones, y presenta la bobina dentro de los bronquiolos terminales o bronquios con el fin de no ser expulsado al exterior a través del espiráculo. El ciclo específico es poco conocido, pero se puede aplicar el ciclo general de la familia. De todas formas, se cree que el estadio larvario pasa por la tráquea y es expulsada por el espiráculo. Además de a través de la dieta, se puede transmitir a través de la placenta o durante el amamantamiento. Un mismo organismo puede presentar miles de individuos.

La figura siguiente muestra la parte anterior en forma de bobina de Halocercus lagenorhynchus dentro de un bronquiolo terminal en Tursiops truncatus: M – células musculares coelomiarinas; H – hipodermis; C – cutícula; PS – pseudoceloma i G – intestino.

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La infección parasítica conduce a bronquitis y neumonia. El proceso neumótico se caracteriza por la exudación de los neutrófilos, eosinófilos y macrófagos (células inmunitarias), que se limita al área rodeada por las masas de parásitos. Estas áreas a menudo quedan aisladas, escleróticas y calcificadas. Los sacos alveolares abiertos se llenan de edema y de células inflamatorias, alternando con áreas de ateléctasi (disminución del volumen pulmonar). Todo ésto puede ir acompañado de la hipertrofia de la musculatura de los esfínteres de los bronquios terminales y la erosión del epitelio branquiolar y alveolar. Como los delfines no tienen el reflejo de la tos, los exudados y otras partículas se van acumulando, de modo que aumenta el espesor y se somete a calcificación, de manera que se adhieren al epitelio y pared branquiolar.

En infecciones agudas puede producir, además, hemorragias dentro de los alvéolos; y en infecciones crónicas, nódulos subpleurales pequeños y pálidos, evidencia de los gusanos que mueren, degeneran y calcifican. La imagen siguiente muestra el parásito dentro de los bronquios y bronquiolos de un ejemplar de 21 años.

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Para más información sobre este parásito, puedes consultar:

– DAILEY, M. et al. Evidence of Prenatal infection in the Bottlenose Dolphin (Tursiops truncatus) with the Lungworm Halocercus lagenorhynchi (Nematoda: Pseudaliidae). Journal of Wildlife Disease. 1991.

– MOSER, M i RHINEHART,  H. The lungworm, Halocercus spp. (Nematoda: Pseudaliidae) in Cetaceans from California. Journal of Wildlife Disease. 1993

 

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Parasitología asociada al delfín mular (Tursiops truncatus) [1]: Introducción

La publicación de esta semana, la cual ya publiqué anteriormente en otro blog, es una introducción a la parasitología asociada al delfín mular, Tursiops truncatus. En esta publicación costa un listado de parásitos encontrados en la bibliografía y en una posterior publicación nos centraremos en tres de éstos, de los cuales he encontrado información más amplia.

El interés de las enfermedades de los mamíferos marinos, sobretodo los cetáceos, se debe a su uso en investigación y entretenimiento. Se han encontrado diferentes especies parásitas en cetáceos, pero hay un número de éstos que son parásitos accidentales que no causan patologías con consecuencias graves. El listado que se muestra a continuación es de los parásitos de Tursiops truncatus que se han encontrado citados en la bibliografía. De todas formas, la bibliografía es bastante pobre en la descripción de éstos.

FILO NEMATODA

Anisakis physeteris Halocercus lagenorhynchus
Anisakis simples Skrjabinalius cryptocephalus
Anisakis typica Stenurus minor
Crassicauda crassicauda Stenurus ovatus

 

FILO PLATYHELMINTHES

 Clase Trematoda: Subclase Digenea

Braunina cordiformes         Nasitrema dalli
Campula palliata         Pholeter gastrophilus
Campula rochebruni         Synthesium tursionis
Nasitrema attenuata         Zalophotrema hepaticum

 Clase Cestodes

Monorygma delphini
Monorygma Grimaldi
Phyllobothrium delphini

 

FILO ACANTHOCEPHALA                                        FILO ARTROPODA

Bolbosoma sp.                                                          Harpacticus pulex
Corynosoma cetaceum                                             Syncyamus sp.

 

PROTOZOOS

Ciliado holotrico (no identificado)
Cryptosporidium parvum
Giardia duodenalis
Giardia sp.
Kyaroikeus cetarius (ciliado)
Toxoplasma gondii

 

BACTERIAS

Actinomyces sp. Nocardia sp.
Aeromonas sp. Pasteurella sp.
Brucilla sp. Pseudomonas sp.
Erysipelothrix sp. Salmonella sp.
Klebsiella sp. Staphylococcus sp.
Lactococcus sp. Streptococcus sp.
Nocardia asteroides Vibrio sp.
Nocardia levis

 

HONGOS

Blastomyces dermatitidis Histoplasma capsulatum
Candida albicans Lacazia loboi

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Albinismo en cetáceos

En la publicación de esta semana se tratará el albinismo en los cetáceos y se va a dar algún ejemplo. 

¿QUÉ ES EL ALBINISMO?

El albinismo es un grupo de condiciones hereditarias resultado de una falta total o parcial de pigmento (hipopigmentación) de sólo los ojos o de los ojos, piel y pelo. La pigmentación de los mamíferos depende de la presencia o ausencia de melanina en la piel, pelo y ojos. Se produce a partir del aminoácido tirosina gracias a la enzima tirosinasa, de manera que la alteración del gen que determina esta enzima puede resultar en una falta total o parcial del pigmento. El caso contrario es la sobreproducción de melanina, conocido como melanismo, hecho que causa un oscurecimiento de los animales.

CETÁCEOS ALBINOS

Se han encontrado casos de albinismo en 21 especies de cetáceos  (Fertl et al. 1999; Ferlt et al. 2004) y 7 especies de pinnípedos (Rodriguez y Bastida, 1993; Bried y Haubreux, 2000). Entre estos cetáceos hay ejemplos en el cachalote (Physeter macrocephalus), el delfín mular (Tursiops truncatus) y la orca (Orcinus orca).

El síndrome Chédiak-Higashi es un tipo de albinismo caracterizado por unos patrones de pigmentación diluidos, de manera que los ojos son de color gris pálido los glóbulos blancos de la sangre son anormales y el tiempo de vida se reduce. Se detectó en una hembra de Orcinus orca (la cual se llamaba Chimo), la orca que se puede ver en la fotografía.

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Chimo, una orca albina (Foto: Orcinus orca).

El albinismo significa una serie de problemas asociados a los mamíferos marinos: la reducción de la absorción de calor en aguas frías, más facilidad para ser detectados por los depredadores, el aumento de la sensibilidad de los ojos y piel a la luz del sol y la disminución de la comunicación visual.

REFERENCIAS

  • FERTL, D; PUSSER, L. T.; & LONG, J. J. (1999) First record of an albino bottlenose dolphin (Tursiops truncatus) in the Gulf of Mexico, with a review of anomalously white cetaceans. Mar. Mamm. Sci. 15, 227-23
  • PERRIN, W. F.; WÜRSIG, B; THEWISSEN, J. G. M. Encyclopedia of Marine Mammals (Ed. Academic Press, 2ª edició)

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Cetáceos de la costa catalana

Alguna vez te has preguntado si hay cetáceos en la costa catalana? Pues la respuesta a esta pregunta es “Sí, los hay”. En esta publicación se pretende describir estas especies para poderlas identificar correctamente. Antes de empezar, te voy a explicar qué es un cetáceo por si es la primera vez que encuentras este concepto.

INTRODUCCIÓN

Los cetáceos son un orden de mamíferos que están adaptados a la natación y, por lo tanto, son independientes del medio terrestre. Y digo natación y no mar porque, aunque la mayoría son marinos, hay cetáceos que viven en aguas dulces o salobres. Esta adaptación a la natación se observa en su cuerpo hidrodinámico para poder desplazarse por el agua con una menor resistencia y en la presencia de aletas (las pectorales dirigen el rumbo y frenan, las dorsales y la aleta caudal plana). Como en el resto de mamíferos, los cetáceos son homeotermos (ésto significa que tienen mecanismos fisiológicos para mantener la temperatura corporal constante, lo que se llama sangre caliente). Además, también respiran aire, de manera que periódicamente tienen que salir a la superficie para tomarlo. Por evolución, la posición de las fosas nasales es actualmente dorsal y es lo que llamamos espiráculo. Aproximadamente, hay un total de 80 especies de cetáceos en todo el mundo, distribuidos en dos subgrupos: los odontocetos (cetáceos con dientes; los cuales incluyen los delfines, marsopas, beluga, narval, zífios y cachalotes) y los misticetos (cetáceos con barbas; incluye las ballenas francas y los rorcuales). Se hablará de estos grupos y de la clasificación general de los cetáceos en posteriores entradas.

Del total de especies de cetáceos, hay 8 que viven en la costa de Cataluña de forma habitual: delfín mular, delfín común, delfín listado, rorcual común, cachalote, calderón gris, calderón común y zífio de Cuvier.

DELFÍN MULAR

El delfín mular (Tursiops truncatus) es el típico delfín de los delfinarios. Se puede reconocer por su piel gris en todo el cuerpo, más clara en la parte ventral. La aleta dorsal es convexa por el margen anterior. Suelen vivir en grupos costaneros de 2 – 15 individuos, aunque en algunos casos forman grupos de varios centenares. Son animales marcadamente acrobáticos. Según la IUCN, su estado de conservación es de “preocupación menor” a nivel global, pero “vulnerable” en el Mediterráneo.

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Delfín mular (Tursiops truncatus) (Foto: Sheilapic76, Creative Commons).

DELFÍN COMÚN

El delfín común (Delphinus delphis) se puede reconocer fácilmente por la coloración de su cuerpo. El lomo es gris o marrón con un dibujo en forma de V por debajo de la aleta dorsal. Además, presenta una mancha amarillenta a los lados, a la mitad anterior del cuerpo, i una de gris de tamaño similar a la mitad posterior; de manera que forman una característica forma de reloj de arena. Suelen vivir en grupos de 10 – 200 individuos. Como los mulares, también son buenos acróbatas. Cada vez es más raro observarlos en la costa mediterránea norte-occidental puesto que están en peligro aquí, aunque están en la categoría de “preocupación menor” de la UICN a nivel global.

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Delfín común (Delphinus delphis) (Foto: Jolene Bertoldi, Creative Commons).

DELFÍN LISTADO

El delfín listado (Stenella coeruleoalba) se caracteriza por la presencia de una aleta dorsal gris o marrón, moderadamente alta; un morro oscuro y prominente, bien distinguido del melón (protuberancia de la cabeza que utilizan para la emisión de ondas sonoras, útiles para la ecolocación); y un lomo gris o marrón, de color gris claro des del centro de los flancos hasta la aleta dorsal y en la parte posterior del cuerpo. Además, presentan una línea fina y oscura que va del morro hasta la parte inferior de los flancos, donde se ensancha. Suelen vivir en grupos de 25 – 100 individuos. También son buenos acróbatas. Es la especie más abundante del Mediterráneo norte-occidental y también es de “preocupación menor”, pero es “vulnerable” en el Mediterráneo.

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Delfín listado (Stenella coeruleoalba) (Foto: 20minutos)

RORCUAL COMÚN

El rorcual común (Balaenoptera physalus) es el cetáceo más grande de nuestras costas. Se puede distinguir por una aleta dorsal alta y falciforme, situada en el tercio posterior del cuerpo y por su cabeza ancha y aplanada, estrecha de perfil. Su cuerpo es hidrodinámico, alargado y, en general, de color gris oscuro sin manchas, con el vientre más claro. Raramente muestran la aleta caudal. El soplido por el espiráculo suele ser alto (hasta 8 metros) y estrecho, y tarda unos segundos en desaparecer. Según la UICN, se trata de una especie vulnerable en el Mediterráneo, pero está en peligro a nivel global.

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Rorcual común (Balaenoptera physalus) (Foto: UW Today).

CACHALOTE

El cachalote (Physeter macrocephalus) es otra de las especies más grandes de cetáceos del Mediterráneo. Se caracteriza por la presencia de lóbulos caudales anchos y triangulares, con una hendidura prominente; una pequeña joroba seguida de seis protuberancias; cabeza redondeada que ocupa un tercio del total y con el espiráculo cerca del extremo del morro y un poco hacia la izquierda y el cuerpo es de color gris oscuro a marrón violáceo. Referente al soplido, éste es inclinado hacia adelante y a la izquierda. Normalmente nadan lentamente, pero pueden acelerar con rapidez. Está catalogada de “vulnerable” por la UICN, en peligro en el Mediterráneo.

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Cachalote (Physeter macrocephalus) (Foto: Advocacy Britannica).

CALDERÓN GRIS

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Calderón gris (Grampus griseus) (Foto: El hogar natural).

El calderón gris (Grampus griseus), conocido también como delfín de Risso, se caracteriza por una aleta dorsal alta y falcada, las aletas pectorales largas y en punta, la cabeza redondeada y con un melón bulboso, la boca curvada hacia arriba y el cuerpo de color gris a marrón, con bastantes marcas y de vientre claro. Generalmente, viven en grupos de 3 – 30 individuos, aunque en ocasiones se han visto grupos de varios miles. Su estado de conservación es de “preocupación menor”, aunque no se puede evaluar su estado en el Mediterráneo.

CALDERÓN COMÚN

El calderón común (Globicephala melas) se caracteriza por una aleta dorsal baja, larga y de base ancha, con el extremo redondeado y muy falcado; las aletas pectorales son altas, estrechas y miden una quinta parte de la longitud del cuerpo; el melón es bulboso y el morro es corto; y el cuerpo es de color gris oscuro, negro o marrón. Viven en grupos de 10 – 60 individuos. No hay datos suficientes para evaluar su estado de conservación.

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Calderón común (Globicelphala melas) (Foto: El hogar natural).

ZÍFIO DE CUVIER

El zífio de Cuvier (Ziphius cavirostris) es una especie muy difícil de observar ya que tienen poca actividad en superficie. Se caracterizan por una aleta caudal con lóbulos anchos, sin hendidura central o muy pequeña y ligeramente falciforme; la aleta dorsal queda por detrás del centro del cuerpo; el morro es corto y curvado hacia adelante; y de color crema delante los ojos; su color varia de marrón rojizo a gris oscuro, con el vientre ligeramente más oscuro. Viven en grupos de 2 – 7 individuos, en ocasiones hasta 25; pero los machos de más edad suelen vivir solos. Tampoco hay datos suficientes para evaluar su estado de conservación.

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Zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) (Foto: Aceytuno).

Éstas son las 8 especies más habituales en la costa de Cataluña. Espero que con esta pequeña guía puedas identificarlos con facilidad si alguna vez los puedes observan en mar abierto.

REFERENCIAS

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