Aunque los primeros animales en los que pensamos como compañeros de vida son los perros o gatos, lo cierto es que desgraciadamente muchas personas deciden tener un animal salvaje o exótico en casa. Cerdos vietnamitas, petauros, fennecs, suricatas, mapaches, monos… ¿Es posible tener en buenas condiciones un animal salvaje en casa, por muy buenas intenciones que tengamos? ¿Cuáles son los problemas con los que nos podemos encontrar? ¿Qué mamíferos salvajes se tienen como mascotas? Te invitamos a seguir leyendo para descubrirlo.
¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE ANIMAL DOMÉSTICO Y SALVAJE?
Un animal doméstico es aquel que lleva conviviendo con los humanos durante miles de años. Son animales que durante la historia de nuestra especie hemos ido seleccionando artificialmente para obtener beneficios, como alimento, compañía o protección, como los perros, que incluso han coevolucionado con nosotros. La mayoría de animales domésticos no podrían sobrevivir en la naturaleza, ya que no sabrían encontrar alimento o serían presa fácil para los depredadores. Los que sobreviven cuando son abandonados, como algunos perros o gatos, causan graves problemas a la fauna salvaje o incluso a las personas.

Y un animal salvaje, ¿qué es? Muchas personas confunden animal salvaje con animal feroz o peligroso. Un animal salvaje es un animal que no ha sido domesticado, es decir, su especie no ha estado en contacto con las personas (al menos no durante miles de años como los domésticos). El hecho de que algunos animales salvajes no sean peligrosos (o no del todo) para nosotros, que aparezcan en series y películas, algunos famosos los posean y las ganas de tener algun animal “especial” en casa, sigue favoreciendo la compra-venta de estos animales como animales de compañía.

¿QUÉ PROBLEMÁTICA CONLLEVA TENER UN ANIMAL SALVAJE EN CASA?
PROBLEMÁTICAS PARA LAS PERSONAS
La principal causa por la que los animales salvajes o exóticos originan problemas para los humanos es el desconocimiento de la especie: algunos tienen dietas muy específicas prácticamente imposibles de reproducir en cautiverio. Otros, pueden llegar a vivir más que el propietario, ser muy ruidosos, ocupar mucho espacio, tener hábitos nocturnos, transmitir enfermedades o ser venenosos. Esto se traduce en dificultades de mantenimiento y cambios de comportamiento del animal, hasta llegar a ser peligroso para su propietario. La consecuencia suele ser el abandono del animal, lo que le causará la muerte, provocará problemas en la naturaleza o altísimos costes de mantenimiento si termina en un centro de recuperación (según Fundació Mona, mantener un chimpancé cuesta 7.000 euros al año. Su esperanza de vida son 60 años: 420.000 euros en total para un solo animal).

Muchas especies liberadas en la naturaleza terminan siendo invasoras, poniendo en peligro los ecosistemas autóctonos. Si quieres saber la diferencia entre especies introducidas e invasoras, consulta este artículo . Para conocer las amenazas que suponen para los ecosistemas, consulta este otro artículo.
No hay que olvidar tampoco que la compra, venta y tenencia de muchos animales salvajes es totalmente ilegal.
PROBLEMÁTICAS PARA LOS ANIMALES
Los animales deben vivir en un ambiente donde puedan tener cubiertas sus necesidades, tanto físicas como psíquicas. Obviando los animales maltratados físicamente, por muy buena fe, cariño y dinero que se pueda gastar alguien en mantener un animal salvaje, nunca podrá reproducir sus condiciones naturales. Falta de espacio, de contacto con otros animales de su especie, tiempo de búsqueda del alimento, condiciones de temperatura, humedad, luz… el animal no podrá desarrollar su comportamiento normal de especie aunque esté en las condiciones más óptimas de cautiverio.
Las consecuencias que sufrirá un animal que no tiene cubiertas sus necesidades se traducen en problemas de salud (enfermedades, crecimiento deficitario…) y de comportamiento (estereotípias -movimientos compulsivos-, autolesiones, ansiedad, agresividad…).

Finalmente, la consecuencia más grave cuando adquirimos un animal salvaje es que estamos favoreciendo el tráfico de animales, la muerte de miles de ellos durante el transporte hasta nuestra casa e incluso su extinción. El tráfico de animales es la segunda causa de pérdida de biodiversidad de nuestro planeta, por detrás de la destrucción de hábitats.

CASOS CONCRETOS DE MAMÍFEROS SALVAJES COMO ANIMALES DE COMPAÑÍA
PRIMATES
Titís, loris perezosos, gibones de manos blancas, chimpancés, macacos de Berberia… la lista de primates que la gente tiene en cautiverio es casi infinita. Uno de los principales errores que cometen las personas que desean un primate como animal de compañía es creer que tienen nuestras mismas necesidades, sobre todo en primates superiores como los chimpancés. También se confunden sus expresiones con nuestras: lo que muestra la foto no es una sonrisa de felicidad y lo que muestra el vídeo no son cosquillas, sino una actitud de defensa (los loris perezosos tienen veneno en los codos).

Muchos primates viven en grupos familiares y las crías necesitan estar con la madre los primeros años de vida, por lo que ya sólo el simple hecho de adquirir una cría de primate conlleva la muerte de todos los adultos de su grupo familiar y problemas psicológicos para el animal. Para conocer la extensa y grave problemática de mantener primates en cautividad te recomendamos encarecidamente leer este artículo.
PETAURO DEL AZÚCAR
Los petauros del azúcar (Petaurus breviceps) tienen aspecto de ardilla, pero en realidad son marsupiales. Tienen una dieta muy específica (insectos y sus deposiciones, savia de eucalipto, néctar…), viven en la copa de los árboles en grupos de 6 a 10 individuos y se desplazan entre los árboles saltando hasta 50 metros con una membrana que les permite planear. Son de hábitos nocturnos, por la noche es cuando más se oyen sus gritos. Resulta evidente que es imposible reproducir estas condiciones en cautiverio, por lo que la mayoría acaban muriendo por deficiencias nutricionales.

CERDOS VIETNAMITAS
Aunque se trate de una variedad de animal doméstico, los cerdos vietnamitas (Sus scrofa domestica) de crías son pequeños, pero de adultos pueden llegar a pesar más de 100 kilos, por lo que resulta imposible mantenerlos en un piso. Se han producido tantos abandonos y se han reproducido tanto, que hay poblaciones establecidas por toda España. Se pueden reproducir con los jabalíes y se desconoce si los híbridos son fértiles. No existe ningún centro de recuperación o acogida, por lo que continúan afectando a los ecosistemas autóctonos.

MAPACHES Y COATÍS
Otros mamíferos que, debido a su aspecto agradable, algunas personas intentan tener como mascotas. Los mapaches (Procyon sp) desarrollan conductas agresivas al no tener sus necesidades cubiertas, son destructivos con los objetos del hogar y tienen tendencia a morderlo todo, incluso a las personas. Actualmente en España es ilegal adquirirlos y está catalogado como especie invasora.

Los coatís (Nasua sp) están emparentados con los mapaches y, al igual que éstos, de adultos se vuelven agresivos si se mantienen en cautiverio en un domicilio particular. En España también está prohibida su tenencia.

SURICATOS
Los suricatos (Suricata suricatta) son animales muy sociales que viven en colonias de hasta 30 individuos bajo tierra en la sabana Sudafricana. Suelen hacer agujeros en el suelo para protegerse y son muy territoriales. Por lo tanto, tener un suricato en casa o en un jardín es totalmente inviable. Además, las condiciones climáticas (altas temperaturas y baja humedad) en las que están adaptados no son las mismas que las de un domicilio particular.
Como en el petauro, su alimentación es imposible de reproducir en casa: carne de serpiente, arañas, escorpiones, insectos, aves y mamíferos pequeños… Como los mapaches, no dudan en morder y son animales muy activos.

FENNEC
Esta especie de zorro del desierto (Vulpes zerda) también se ha puesto de moda como animal de compañía. A pesar de que su tenencia aún es legal, se ha propuesto varias veces como especie invasora.
La principal razón por la que no se puede tener un fennec en casa son las condiciones climáticas desérticas a las que está adaptado. Vivir en un piso les causa problemas renales y de termorregulación. Además, es un animal nocturno. Los cambios en su ritmo circadiano les comportan problemas hormonales.

Al igual que las dos anteriores especies, pueden acabar apareciendo problemas de comportamiento y volverse violentos contra el mobiliario o sus propietarios.
ELEFANTES, TIGRES…
Aunque sea increíble, hay personas que tienen un elefante en el jardín de casa y otros tienen felinos, como tigres. A estas alturas no creemos necesario exponer las razones por las que estos animales no tienen cubiertas sus necesidades y el peligro potencial que suponen para sus propietarios y vecinos en caso de fuga.

EN CONCLUSIÓN
Como ya hemos visto, un animal salvaje en cautividad nunca tendrá sus necesidades cubiertas para garantizar su bienestar. Aquí hemos presentado los mamíferos salvajes más conocidos que se tienen como mascotas, pero desgraciadamente la lista no deja de crecer.
Para no favorecer el tráfico de animales y causar sufrimientos innecesarios durante la vida del animal, evita adquirir animales de este tipo, infórmate e informa las personas de tu alrededor, denuncia tenencias irresponsables y en caso de que ya tengas uno y ya no te puedas hacer cargo, contacta con alguna protectora y no lo abandones nunca en la naturaleza.