En el momento en que un animal ingresa en un centro de recuperación de especies, comienza una carrera por salvarle la vida, en primer lugar, y devolverlo posteriormente a la naturaleza en condiciones óptimas. En este artículo descubriremos una de las fases más apasionantes, y en ocasiones más difícil, en la rehabilitación de aves rapaces: la recuperación de su capacidad de vuelo. Además, os contaré algunas consideraciones básicas a tener en cuenta si encontráis un ave herida.
¿QUÉ ES UN CENTRO DE RECUPERACIÓN DE ESPECIES?
Sobrevivir, para cualquier especie, ya es un reto… aún más teniendo en cuenta que a las pruebas que la propia naturaleza impone, hay que unir las amenazas que estas especies encuentran derivadas de nuestra particular forma de vivir: veneno, disparos, electrocuciones, atropellos, entre otros, son sólo algunas de las causas de ingreso que se encuentra día a día cualquier centro de recuperación de especies.
Los Centros de Recuperación de Fauna tienen como finalidad la recuperación de ejemplares incapacitados de especies de fauna salvaje, para liberarlos en el medio natural en condiciones óptimas que aseguren su adaptación al mismo y su supervivencia.
Cada vez que un animal silvestre es rescatado y trasladado a un centro de recuperación, comienza un trabajo que suele involucrar a un equipo multidisciplinar durante días, meses, e incluso años… con un único objetivo: devolver al animal su libertad.
El primer paso tras el ingreso del animal es la exploración para determinar su estado y obtener un diagnóstico, con el fin de comenzar a tratarle lo antes posible de forma adecuada. Además, se suelen tomar datos del ejemplar (especie, edad, sexo, datos biométricos). Según la gravedad de su estado, el veterinario podrá optar por mantenerlo en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), para un control estricto y aplicación de un tratamiento; trasladarlo a instalaciones de aclimatación o vuelo (en aves); o incluso su liberación directa.

Una alimentación específica e hidratación adecuada, así como el manejo teniendo en cuenta las características morfológicas y etológicas de la especie, son muy importantes durante todo el proceso, desde que el animal es recogido hasta que pueda ser finalmente liberado.
RECUPERACIÓN DE LESIONES VS PÉRDIDA DE CAPACIDAD DE VUELO EN AVES RAPACES
Tener una capacidad óptima de vuelo es imprescindible para cualquier ave, pero en el caso de las rapaces lo es aún más si cabe, ya que conseguir presas requiere diferentes tipos de vuelos según la estrategia que hayan adoptado (el mejor estilo de caza para cada especie será el que proporcione mayor cantidad de alimento con el menor gasto energético posible). Así tenemos aves que deben maniobrar en espacios muy reducidos, como el caso de las aves forestales (azor y gavilán); algunas que aprovechan las térmicas (corrientes de aire) para elevarse y desplazarse con el mínimo coste energético (buitres); aves para las que la velocidad en vuelo es crucial para poder alimentarse (azor y gavilán); y otras muchas características que deben tenerse en cuenta.
En lo que respecta a este grupo, su recuperación ante lesiones más o menos importantes supone asumir periodos de inactividad que pueden disminuir de forma considerable su condición física, generando atrofia muscular y algunos problemas circulatorios. Sin embargo, este periodo de inactividad es inevitable en la mayoría de casos, por lo que es importante suministrar una alimentación adecuada según la especie, con un correcto aporte vitamínico, con el fin de mantener una condición corporal que facilite su posterior recuperación. Además, una vez recuperada la lesión, el ave necesitará someterse a una fase de musculación antes de ser liberada.
DESPUÉS DE LA RECUPERACIÓN… ¡AL GIMNASIO!
Para la musculación de aves rapaces se usan diferentes técnicas, todas ellas con el objetivo de incrementar paulatinamente la masa muscular del animal y recuperar sus habilidades de vuelo.
- Musculación en voladeros convencionales: suele practicarse con bastante frecuencia, ya que sólo es necesario disponer de instalaciones adecuadas y amplias, con posaderos a diferentes distancias y alturas que fomenten el vuelo del ave. Otra ventaja es que pueden mantenerse varios individuos en la misma instalación y se minimiza el estrés por el escaso o nulo contacto humano. Una desventaja que puede presentar este tipo de voladeros es que al no ser vuelos forzados y controlados, la recuperación puede ser lenta y el ave puede acomodarse a realizar vuelos mínimos para llegar únicamente a la zona donde se le proporciona la comida.

- Musculación mediante fiador: para aves de gran tamaño, que necesitarían instalaciones de gran amplitud, puede usarse esta técnica que consiste en muscularlas en campo abierto con ayuda de “fiadores” (cordeles de gran longitud que tienen un lastre en uno de sus extremos para evitar la huida del ave, el otro extremo sirve para sujetar al ave y se engancha en las “pihuelas”: correas que se colocan en los tarsos). Este tipo de musculación es bastante eficaz y en ella se puede obtener una valoración real de la capacidad de vuelo del ave, además permite un seguimiento del proceso. Las sesiones se inician un par de veces por semana, para ir incrementando hasta realizarlas a diario, aumentando el tiempo y las repeticiones. La desventaja es que supone un estrés mayor para el ave, derivado del transporte al lugar de musculación y manejo durante la sesión. Por ello, es necesario valorar la relación costo (manejo directo, estrés,…) – beneficio (amplitud para ejercitar el vuelo, musculación,…), que puede variar a nivel individual, encontrando ejemplares que se estresan con facilidad frente a otros que se habitúan y toleran cierto manejo. En función de estos factores, se deberá decidir si esta técnica es la adecuada en cada situación.

- Musculación en voladero oval: Los primeros voladeros circulares en el mundo son los voladeros que utilizaban en los Emiratos Árabes, debido a su tradición en cetrería. El voladero oval se compone de un pasillo de musculación que rodea todo el perímetro, y de instalaciones de reposo en el centro, en las que están alojadas las aves. Este pasillo se interrumpe por una cortina correderas para introducir a los ejemplares en las instalaciones interiores. En el voladero tipo ovalado se consigue en el ave un vuelo continuado en el tiempo y sin pausas. Además, permiten un manejo indirecto durante la entrada/salida del ave de la instalación (a través de trampillas que se accionan desde fuera) y cortinas para cortar el paso, lo que permite disminuir el estrés que suponen otros manejos más directos. En este caso todo el proceso puede ser monitorizado, las sesiones se inician un par de veces por semana, para ir incrementando hasta realizarlas a diario, aumentando el tiempo y las repeticiones.
Los ejercicios de musculación variarán en función de cada especie, debido a sus diferentes cualidades de vuelo, y de la lesión que presenten. Es interesante combinar estos ejercicios con otras medidas como es la utilización de “roederos” (muy utilizados en cetrería, consisten en suministrar al ave cuellos de pollo y otras piezas con carne muy adherida que les obliga a trabajar la musculatura del cuello y miembro pelviano).
QUÉ HACER SI ENCUENTRO UN AVE HERIDA
En caso de encontrar un ave herida recuerda que su manejo puede ser peligroso, tanto para la persona que lo realiza como para el animal herido, pudiendo agravar sus lesiones si no se hace de forma adecuada.
Por ello, debes tener en cuenta varias recomendaciones:
- Asegúrate de que el animal necesita tu ayuda, ya que en ocasiones se recogen pollos de aves al creer que están abandonadas
- Utiliza una manta y cógelo con rapidez para evitar daños, al impedir su visión las aves suelen estar más tranquilas aunque debes tener cuidado con las garras y pico, en caso de rapaces, o con el pico si se trata de cigüeña, gaviota, buitre,…
- Métela en una caja de cartón con agujeros de ventilación y déjala en un lugar tranquilo donde no pueda verte ni oírte.
- Llama al Centro de Recuperación más cercano para que puedan recoger al animal lo antes posible y puedan indicarte las recomendaciones a seguir
- No le fuerces a comer ni beber, ya que puede ser perjudicial y puede agravar su situación
- No intentes curarla ya que debe ser examinada por un veterinario especialista en animales salvajes.
REFERENCIAS
- Mauro Hernández Segovia, “Rehabilitación de Aves de Presa y Conservación: Aspectos Veterinarios”. Ardeola 39(2), 1992, 49-64.
- Gustavo Aprile y Claudio Bertonatti,”Manual sobre Rehabilitación de Fauna”. Fundación Vida Silvestre Argentina.
- Patricia Coppelia Contreras Ovalle, María José Ubilla Carvajal, “Evaluación del Bienestar Animal de Aves Rapaces en Rehabilitación”. Facultad de Ecología y Recursos Naturales, Universidad Andrés Bello.
- Patrick Reding.”Exercise for Convalescing Raptors”. The Raptor Center, University of Minnesota.
- Foto de portada: Liberación de lechuza (Tyto alba) – http://www.martioda.org