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Comer carne nos hizo humanos

Actualmente una parte de la población mundial se puede permitir el lujo de elegir su dieta: omnívora, vegetariana, vegana, crudívora, carnívora, paleodieta… pero ¿qué comían nuestros antepasados? ¿Qué dieta se ajusta más a la de nuestros ancestros? Sin querer entrar en polémica, hablaremos sobre uno de los hechos cruciales del paso de Australopitechus a Homo: la ingesta de carne.

¿QUÉ COMEN NUESTROS PARIENTES?

Una de las razones que se esgrimen para seguir una dieta vegana o vegetariana estricta es que como somos monos, éstos se alimentan de frutas y plantas, y además, así se consigue una dieta más natural. Actualmente y tradicionalmente la base de la alimentación mundial son las semillas de cereales (arroz, trigo, maíz, etc.) y legumbres (judías, lentejas…), que muchas veces precisan elaboración (la harina, por ejemplo) y no tienen nada que ver con sus antepasados silvestres. Desde que se inventó la agricultura y ganadería y se han seleccionado las mejores variedades para consumo humano, la etiqueta de “natural” pierde todo su sentido. Aunque ahora los transgénicos están en boca de todos, en realidad la modificación genética la venimos haciendo desde hace miles de años.

En la fila de arriba, antepasados silvestres de la lechuga, zanahora y maíz. Debajo, las variedades domésticas. Fuente
En la fila de arriba, antepasados silvestres de la lechuga, zanahoria y maíz. Debajo, las variedades domésticas. Fuente

Que seamos monos y por ello lo natural es comer vegetales, tampoco es del todo cierto. Como los primates hemos evolucionado en los árboles, los homínidos tienen una dieta estricta o principalmente folívora -hojas- y frugívora -fruta- (gorilas, orangutanes), mientras que los gibones, además, completan la dieta con invertebrados. Nuestros parientes más cercanos sin embargo (bonobos, chimpancés), son omnívoros, ya que se alimentan de vegetales, fruta, invertebrados y hasta pequeños mamíferos y otros primates, aunque eso sí, en menor cantidad que de vegetales.

Chimpancé comiendo carne. Se han descrito poblaciones de chimpancés que cazan con lanzas construidas por ellos mismos. Foto de Cristina M.Gomes, Instituto Max Planck.
Chimpancé comiendo carne. Se han descrito poblaciones de chimpancés que cazan con lanzas construidas por ellos mismos. Foto de Cristina M.Gomes, Instituto Max Planck.

No es de extrañar pues, que nuestros ancestros directos lejanos, australopitecos como Lucy, tuvieran las hojas, frutas, raíces y tubérculos como base de su dieta. Algunas especies, además de vegetales, también se alimentaban de invertebrados y pequeños vertebrados, de manera similar a los actuales chimpancés.

HERBÍVOROS Y CARNÍVOROS

Los frutos tienen más azúcares, aunque no son muy abundantes en comparación con las hojas y tallos. Por contra, las hojas tienen menor valor nutritivo, ya que contienen muchas fibras que no podemos asimilar, como la celulosa.  Las legumbres contienen más proteínas que los cereales, pero algunos aminoácidos esenciales y vitaminas (como la B12) son inexistentes en algunos vegetales o se encuentran en muy baja proporción, u otros como el hierro de fácil asimilación (hierro hemo) sólo se encuentran en alimentos de origen animal.

En resumen, los vegetales son más difíciles de asimilar comparado con los animales, por lo que mamíferos herbívoros presentan sistemas digestivos más largos, o con estómagos compartimentados, mastican durante largos periodos de tiempo y algunos son rumiantes, mientras que los carnívoros tienen sistemas digestivos con menor superficie de absorción y precisan poca masticación del alimento.

Sistemas digestivos de hervíboros no rumiantes, rumiantes, insectívoros y carnívoros. Autor desconocido
Sistemas digestivos de hervíboros no rumiantes, rumiantes, insectívoros y carnívoros. Autor desconocido

¿POR QUÉ NUESTROS ANCESTROS EMPEZARON A COMER MÁS CARNE?

Hace 2,6 millones de años, un cambio climático hizo nuestro planeta más frío y seco. En África la sabana dominaba gran parte del territorio,  por lo que los homínidos tenían que contentarse con hojas duras, recubiertas de ceras, tallos duros o con espinas, raíces… estos recursos difíciles de digerir fueron explotados por los parántropos (Paranthropus), con grandes dientes y potentes musculaturas en la mandíbula para poder triturarlos, aunque con un cerebro similar al de los australopitecus. Se extinguieron hace un millón de años.

Paranthropus boisei. Reconstrucción de John Gurche, foto de Chip Clark.
Paranthropus boisei. Reconstrucción de John Gurche, foto de Chip Clark.

Pero otro grupo de homininos encontró un tipo de recursos que les ofrecían más energía en menor cantidad, y eran más fáciles de masticar: la carne. Homo habilis fue el primero en comer carne en mayor proporción que el resto de parientes y además, carnes con más cantidad de grasa. Se trataba de un oportunista: casi cualquier cosa comestible la aprovechaba, por contra los Paranthropus eran especialistas, por lo que si escaseaba su alimento, lo más probable era que murieran.

CEREBROS GRANDES…

Mientras que Australophitecus y Paranthropus tenían una capacidad craneana de 400-500 cm3Homo habilis llegó a tener hasta 700 cm3. Este mayor tamaño cerebral le permitía una mayor capacidad de improvisación y versatilidad para encontrar alimento.

Una de las cosas que nos diferencia claramente del resto de primates y animales es el gran tamaño de nuestro cerebro. Como habréis observado, H. habilis ya se clasifica dentro del género Homo, el nuestro, por ese gran salto de tamaño cerebral, entre otras cosas.

Comparación de los cráneos de Australophitecus, Parantrhorpus y Homo habilis. Crédito: Peter S. Ungar et al, 2011.
Comparación de los cráneos de Australopithecus africanus, Paranthropus boisei y Homo habilis. Crédito: Peter S. Ungar et al, 2011.

Pero un cerebro grande también tiene inconvenientes: en Homo sapiens el 25% de energía de nuestro cuerpo lo consume el cerebro en reposo, H. habilis consumía el 15% y Australopithecus solamente el 10%. Además de cantidad, esta energía también tiene que sera de calidad: algunos ácidos grasos para un correcto funcionamiento del cerebro sólo se encuentran en algunos frutos secos, pero sobretodo, en grasa de origen animal, más fácil de conseguir si escaseaban los vegetales.

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Reconstrucción de Homo habilis de Elisabeth Daynès, Cosmocaixa (Barcelona). Foto de Mireia Querol

…INTESTINOS PEQUEÑOS…

La única manera de poder dedicar más energía al funcionamiento del cerebro es reducir el tamaño de otros órganos que consuman mucha energía (Aiello, L. y Wheeler, P, 1995). Corazón, riñones, hígado, son grandes consumidores de energía pero vitales, por lo que la solución es reducir el tubo digestivo y eso sólo fue posible con el paso de una dieta casi exclusivamente vegetariana de los Australophitecus a otra de más fácil asimilación con más contenido de proteínas y grasa animal de H. habilis.

Comparación entre los órganos consumidores de energía entre humanos y otros primates. Imagen de J. Rodríguez
Comparación entre los órganos consumidores de energía entre humanos y otros primates. Imagen de J. Rodríguez

… Y HERRAMIENTAS

Un cerebro grande dio además otra ventaja a H. habilis. A pesar de su físico (pequeño tamaño, sin garras ni grandes colmillos) pudo explotar gran variedad de carne (primero como carroñeros y luego cada vez más como cazadores) debido al uso de herramientas. Probablemente los australopitecos usaran algún tipo de herramienta sencilla, mayoritariamente de madera, pero las primeras pruebas seguras que disponemos de fabricación de herramientas de piedra (líticas) pertenecen a H. habilis. Esto hasta les permitió aprovechar el tuétano interior del hueso de grandes presas abatidas por carnívoros cuando toda la carne ya había sido consumida por otros animales. Actualmente sólo las hienas y quebrantahuesos pueden acceder sin herramientas a este recurso. Al no necesitar unos dientes y mandíbulas tan grandes, el cráneo puede alojar un cerebro más grande.

Grupo de H. habilis carroñeando un rinoceronte.
Grupo de H. habilis carroñeando un rinoceronte y fabricando herramientas. Fuente: DK FindOut

CONCLUSIÓN

En resumen, el aumento del cerebro de Homo fue posible gracias al cambio de dieta, que permitió un tubo digestivo más corto y un aparato masticador más pequeño. A su vez, para obtener estos alimentos más energéticos se precisa más inteligencia, que dio como resultado comportamientos más complejos como el uso de herramientas trabajadas (tecnología lítica Olduvayense, Modo 1).

Nuestro aparato digestivo es el resultado de millones de años de evolución como omnívoros oportunistas. Algunas dietas actuales estrictas (ya sean vegetarianas o casi carnívoras) entran en contradicción con esta herencia biológica y el abuso y acceso a todo tipo de alimentos nos acarrean todo tipo de alergias y problemas alimentarios. El secreto sigue siendo una dieta equilibrada y variada.

REFERENCIAS

¿Quiénes son los homínidos?

El artículo de hoy está dedicado a los primates. Conoceremos algunas de sus principales características, como se clasifican las especies actuales y descubriremos quiénes son los homínidos y los homininos.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS PRIMATES

Los primates son un orden de mamíferos placentarios que apareció hace casi 65 millones de años en la selva lluviosa tropical. Actualmente existen más de 400 especies vivas, la mayoría de vida arborícola. Dado que no hay un rasgo único que los defina, son difíciles de clasificar; se deben considerar pues todo un conjunto de características, de las cuales destacan:

  • Sistema visual complejo: con los ojos situados de manera frontal, su visión es estereoscópica, lo que les permite percibir la distancia y profundidad con gran precisión. La mayoría de especies ven en color.
  • Alta movilidad del hombro: facilita el movimiento del brazo en todas direcciones.
  • Manos y pies: tienen cinco dedos y el pulgar oponible (al menos en las manos) lo que les permite coger y manipular objetos con precisión. Aunque algunos tienen garras, la mayoría tienen uñas planas y todos (excepto algunos orangutanes) tienen una uña plana en el dedo gordo del pie.
  • Torso y cola: varios primates reposan y se desplazan con el torso erecto. Excepto los simios, poseen una cola en algunos casos prensil, que utilizan como una quinta extremidad.
  • Tamaño del cerebro: además de algunas especies de ballenas dentadas, los primates superiores tienen, en relación al cuerpo, el cerebro más grande de todos los mamíferos.
  • Organización social: sólo orangutanes, algunos lémures y gálagos son solitarios, el resto de primates se organizan en grupos sociales complejos.

Gorila comiendo (Gorilla sp.) donde se aprecian algunas de las características descritas (Foto: pixabay.com)

Gorila comiendo (Gorilla sp.) donde se aprecian algunas de las características descritas (Foto: pixabay.com)

CLASIFICACIÓN

Hasta hace poco las relaciones entre diferentes grupos de primates no han sido claras, así que habitualmente algunos términos llevan a confusión o se utilizan de manera indistinta de manera popular (monos, simios …). La cladística moderna clasifica los primates en dos subórdenes, los Haplorrinos (primates de nariz seca“) y los Estrepsirrinos (primates de nariz mojada“). Una posible clasificación sería la siguiente:

Taxonomía del orden primates. Credo por Mireia Querol basado en una imagen de humanorigins.si.edu

Tradicionalmente los primates se clasifican en tres grupos: prosimios, monos y simios.

PROSIMIOS

Los prosimios son el grupo más antiguo de primates. Se distribuyen por el sureste asiático e islas marginales de África. Comprenden los lemures, loris, gálagos, potos, indris, el aye-aye y los tarseros. Tienen en común las siguientes características:

  • Garras en lugar de uñas (tienen al menos una uña)
  • Hocico largo con nariz húmeda. Son los primates con mayor sentido del olfato
  • Mayor orientación lateral de los ojos que el resto de primates Éstos son grandes y tienen buena visión nocturna
  • Pabellones auditivos móviles
  • Menor proporción cerebral de los primates

    Aye-aye (Daubentonia madagascariensis). (Foto: Frans Lanting)
    Aye-aye (Daubentonia madagascariensis). (Foto: Frans Lanting)

Tarsero de Filipinas (Foto: Kok Leng Yeo)
Tarsero de Filipinas (Carlito syrichta). (Foto: Kok Leng Yeo)

MONOS DEL NUEVO Y VIEJO MUNDO

Los monos del Nuevo Mundo se distribuyen por América Central y del Sur. Tienen la cola larga, frecuentemente prensil. El hocico es plano y las narinas laterales. Son totalmente arborícolas. Los representantes más conocidos son los titís, el mono araña, los capuchinos, y los sakí.

Sakí cariblanco macho (Pithecia pithecia). (Foto: Charles Miller).
Sakí cariblanco macho (Pithecia pithecia). (Foto: Charles Miller).

Los monos del Viejo Mundo se distribuyen por África y Asia. Suelen tener un tamaño superior a los del Nuevo Mundo. Las narinas están orientadas hacia abajo o hacia delante y comprenden una gran diversidad de especies, como los macacos, papiones, mandriles, mangabeis, driles, colobos, narigudos, langures

Langur dorado (Trachypithecus geei). (Foto: Wikimedia).
Langur dorado (Trachypithecus geei). (Foto: Wikimedia).

SIMIOS

Los simios se dividen en dos familias: los hilobátidos (gibones y siamangs) y los homínidos (orangutanes, gorilas, chimpancés y humanos). Se distribuyen por África occidental y central y por el sur y sureste aisático, con excepción de los humanos, que nos distribuimos por todo el planeta y hábitats. Los simios tenemos la cara plana, con las narinas hacia abajo y una anatomía que facilita la postura erecta y la manipulación precisa de materiales, que incluye el uso y creación de herramientas en algunas especies.

Bonobo (Pan paniscus). (Foto: Pierre Fidenci)
Bonobo (Pan paniscus). (Foto: Pierre Fidenci)

En conclusión, los homínidos somos los seres humanos (Homo sapiens) conjuntamente con orangutanes (dos especies: Pongo pymaeus y Pongo abelii), chimpancés (Pan troglodytes), bonobos (Pan paniscusy gorilas (dos especies: Gorilla gorilla y Gorilla beringei), ya que todos pertenecemos a la familia Hominidae. El término homínido también se refiere a todas las especies fósiles de este familia, y por lo tanto, a nuestros antepasados, que trataremos en futuros artículos sobre evolución humana. A pesar de esto, actualmente para referirnos exclusivamente a las especies  de nuestra rama evolutiva (H. sapiens incluido) se utiliza el término homininos, que hace referencia a una tribu (Hominini) de la familia Hominidae.

REFERENCIAS

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