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Mantis: las reinas del mimetismo

Amadas y temidas por diferentes culturas a lo largo de la historia, las mantis no dejan indiferente a nadie que se cruce en su camino. Son insectos ágiles, fuertes y, sobre todo, muy discretos: su enorme capacidad mimética y de camuflaje con el entorno, tanto en color como en forma, las convierte en seres bellos y terribles al mismo tiempo… para otros insectos.

Descubre más acerca de su origen, cómo viven, así como algunas de las curiosidades que hacen de éstos organismos unos de los insectos más apreciados por los amantes de la entomología.

Introducción: Origen

El término “mantis religiosa” se usa vulgarmente para denominar a los insectos pertenecientes al orden Mantodea, grupo que incluye 2300 especies descritas en todo el mundo. El nombre de estos organismos (“mantis religiosa”) se les otorgó por la forma cómo éstos disponen las patas anteriores raptoriales durante el reposo: pegadas al cuerpo una al lado de la otra en un ángulo que recuerda a unos brazos en posición de plegaria. Por otro lado, el término mantis procede del griego mántis = “profeta o adivino”.

Mantis europea (Mantia religiosa) (Foto de Katja Schulz, CC).
Mantis europea (Mantis religiosa) (Foto de Katja Schulz en Flickr, CC).

Es importante destacar que el nombre “mantis religiosa” alude a una única especie (“mantis” es el nombre de un género dentro del orden Mantodea), por lo que en lugar de hablar de “mantis” deberíamos referirnos a estos insectos como “mantodeos”.

Los primeros registros fósiles de mantodeos datan de hace más de 135MA (Baissa, Siberia). Se cree que estarían emparentados con las termitas (Isópteros) y las cucarachas (orden Blattodea) debido, sobre todo, a las semejanzas en el sistema reproductivo de las hembras y, más lejanamente, con los saltamontes y los grillos (orden Orthoptera), grupos con los que se emparejaron durante mucho tiempo formando un único orden. Se les confunde con frecuencia con los insectos palo (Phasmatodea) u otros insectos con patas anteriores raptoriales como los mantíspidos (Mantispidae, orden Neuróptera).

Insecto palo (Phasmatodea) (Foto de David Panevin en Flickr, CC).
Insecto palo (Phasmatodea) (Foto de David Panevin en Flickr, CC).
Mantíspido (Foto de Ken-Ichi Ueda en Flickr, CC).

¿Cómo los reconocemos?

Al margen de diferencias específicas, todos los mantodeos comparten las siguientes características:

  • Cuerpo elongado (10-200mm).
  • Par de patas anteriores de tipo raptorial con una o dos hileras de espinas a lo largo del fémur y la tibia. Estas espinas se orientan en un sentido en el fémur y en el sentido contrario en la tibia y encajan entre sí, de manera al atrapar una presa ésta queda inmovilizada, evitando así que pueda escapar. Al mismo tiempo, las espinas se clavan en el cuerpo de la presa. El movimiento de estas garras es tan rápido que es difícil de apreciar a simple vista.
Patas anteriores de un mantodeo (podemos observar las espinas en el fémur y la tibia) (Imagen de dominio público).
Patas anteriores de un mantodeo (podemos observar las espinas en el fémur y la tibia) (Imagen de dominio público).
  • Por lo general, presentan dos pares de alas, aunque en algunas especies éstas han quedado reducidas o han desaparecido. Los machos de la mayoría de especies presentan alas, mientras que en las hembras éstas tienden a estar reducidas o a ser inexistentes. Al margen de estas diferencias, es bastante difícil diferenciar entre machos y hembras (deben mirarse, sobre todo, el número de segmentos de su cuerpo).
  • Alas anteriores ligeramente endurecidas para proteger las alas posteriores membranosas, es decir, las que usan para volar. Los mantíspidos (comentados en el apartado anterior) se diferencian de los mantodeos porque no presentan este endurecimiento de las alas anteriores.
Blepharopsis mendica (Imagen de dominio público).
Esquema de Blepharopsis mendica o diablillo de las flores (Fam. Empusidae) con sus alas anteriores más endurecidas y posteriores membranosas desplegadas (Imagen de dominio público).
  • Cabeza triangular de gran movilidad situada sobre un largo tórax similar a un cuello, lo que les permite girarla hasta 180º (único entre los insectos, puesto que la cabeza está muy fija al resto del cuerpo). Esto les otorga mayor capacidad para percibir su entorno.
  • Ojos complejos muy grandes capaces de distinguir colores que flanquean un triángulo ocelar muy marcado. Los ocelos son pequeños ojos simples formados por una única lente, los cuales tan sólo detectan cambios en la intensidad lumínica. En muchos insectos, los ocelos se presentan en grupos de tres formando un triángulo en la parte de la “frente” entre los ojos compuestos, el triángulo ocelar. Los mantodeos poseen tanto ojos altamente desarrollados como pequeños ocelos, mejorando así su percepción del medio.
Cabeza de un mantodeo,con sus ojos compuestos laterales y su triángulo ocelar en el centro (Foto de David Panevin en Flickr).
Cabeza de Mantis religiosa, con sus ojos complejos laterales y su triángulo ocelar en el centro (Foto de David Panevin en Flickr).
  • Antenas filamentosas (filiformes) entre cortas y largas.

¿Cómo viven estos insectos?

Ecología del grupo

El cuerpo alargado y las patas en forma de garra de los mantodeos responden a un estilo de vida cazador: permanecen inmóviles sobre diferentes elementos vegetales (hojas, flores, ramas, etc.) a la espera de presas que puedan atrapar; es por esto que muchas especies han adoptado, a lo largo de la evolución, formas y colores que mimetizan elementos de su entorno o que los camuflan en el medio (veremos más sobre este aspecto en los últimos apartados).

Los mantodeos son carnívoros generalistas, por lo que se alimentan de una gran variedad de insectos a los cuales acechan y cazan a una velocidad impresionante. En condiciones concretas, se han observado casos de canibalismo entre miembros de una misma especie (o entre distintos mantodeos).

En este vídeo, podréis apreciar la agilidad con la que cazan estos insectos:

Aunque pueden encontrarse virtualmente en todo el mundo, el mayor grosor de especies se localiza en zonas tropicales y temperadas. Rara vez se las verá en zonas frías o en ambientes permanentemente congelados (son inexistentes en la Antártida).

Ciclo de vida

El proceso de apareamiento de los mantodeos es directo, por lo que tiene lugar una cópula en la cual el macho debe aproximarse y transmitir su esperma directamente al interior del cuerpo de la hembra.

Es de conocimiento popular que las hembras de los mantodeos se comen a los machos durante o tras la cópula. Aún así, los entomólogos han tratado de matizar este fenómeno: si bien es cierto que éste comportamiento existe, la mayoría de veces se ha observado en condiciones artificiales en el laboratorio y no en libertad. Estudios recientes consideran que la tendencia de la hembra a comerse al macho se daría sobre todo en situaciones de escasez de recursos (u otras fuentes de estrés) en las que la hembra viera comprometida la viabilidad de su descendencia.

Tras la cópula, la hembra libera al medio una ooteca espumosa (cápsula de huevos), la cual puede incluir centenares de huevos. Las ootecas tienen un enorme contenido hídrico, por lo que los huevos quedan protegidos ante la sequedad ambiental. Tras la puesta, la ooteca se endurece y actúa a modo de cáscara. Pasado un mes, nacen los juveniles o ninfas que crecen poco a poco hasta alcanzar la fase adulta alada (desarrollo hemimetábolo). Para saber más sobre este tipo de desarrollo, puedes leer mi artículo del mes pasado: “¿Por qué los insectos realizan la metamorfosis?.

Ooteca de una mantis (Foto de John Tann en Flickr, CC).
Ooteca de una mantis (Foto de John Tann en Flickr, CC).

Diversidad y mimetismo

Los mantodeos constituyen un grupo muy diverso de insectos. A día de hoy, se han registrado alrededor de 430 géneros y hasta 2300 especies en un total de unas 15 familias. De estas 15 familias, la que alberga un mayor número de especies y se halla más extendida alrededor del mundo es Mantidae (en la cual encontramos a la famosa Mantis religiosa). Una familia muy representativa en el Mediterráneo es Empusidae, siendo su mayor representante en esta zona Empusa pennata (o mantis palo), una mantis exclusiva del Mediterráneo occidental; morfológicamente es similar a Mantis religiosa, pero su tamaño suele ser mayor.

Ejemplar de Empusa pennata (Foto de Guilles San Martin en Flickr, CC).
Ejemplar de Empusa pennata (Foto de Guilles San Martin en Flickr, CC).

Prácticamente todos los mantodeos, independientemente de la familia a la que pertenezcan, poseen una coloración críptica que les permite pasar desapercibidos al resto de organismos, tanto presas como potenciales depredadores. Así pues, se camuflan tanto para cazar como para evitar ser cazados.

El color verde de Mantis religiosa le permite camuflarse entre las hojas (Fuente: pixabay.com, dominio público).
El color verde de Mantis religiosa le permite camuflarse entre las hojas (Fuente: pixabay.com, dominio público).

El grado de similitud con algunos elementos del medio es a veces tan grande en algunas especies debido a que éstas han modificado su morfología a lo largo de la evolución; así, el insecto logra mimetizar elementos de su entorno. Este es el caso de la mantis orquídea (Hymenopus coronatus, fam. Hymenopodidade), localizada en las selvas de Malasia, Indonesia y Sumatra, cuya forma y coloración recuerda al de las orquídeas, flores sobre las que reposa y pasa las horas acechando a sus presas.

Mantis orquídea (Hymenopus coronatus) (Foto de Frupus en Flickr, CC).
Mantis orquídea (Hymenopus coronatus) (Foto de Frupus en Flickr, CC).

Otro caso sorprendente de mimetismo es el de la mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa, fam. Hymenopodidae) cuyo aspecto recuerda al de unas hojas marchitas (elementos sobre los que se mantiene inmóvil siendo muy difícil de localizar). O el de la mantis Deroplatys truncata (fam. Mantidae), con forma de hoja.

Mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa) (Foto de Steve Smith en Flickr, CC).
Mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa) (Foto de Steve Smith en Flickr, CC).
Deroplatys truncata (Foto de Bernard DUPONT en Flickr, CC).

Al mismo tiempo, muchas especies disponen de alas o elementos decorativos de colores llamativos que despliegan como señales de alerta y para aparentar un mayor tamaño con el fin de disuadir a posibles depredadores.

Mantis diabólica (Idolomantis diabolica) en posición defensiva (Fuente: photo.net, foto de Igor Siwanowicz).
Mantis diabólica (Idolomantis diabolica) en posición defensiva (Fuente: photo.net, foto de Igor Siwanowicz).

Curiosidades y mitos

Desde tiempos antiguos, las mantis han sido objeto de múltiples simbolismos. Desde la literatura, la historia hasta la religión, e incluso las artes marciales, las mantis han tenido su papel protagonista.

Pose de la "mantis" de kung fu (Fuente: chinawhisper.com).
Pose de la “mantis” de kung fu (Fuente: chinawhisper.com).

Una de las primeras referencias históricas de las mantis se encuentra en el antiguo diccionario chino Erya (300ac), donde se las describe como símbolos del coraje y la intrepidez. Más tarde, numerosos autores hablarían de ellas en sus obras, tanto desde un punto de vista científico, como poético o filosófico.

La religión y la mitología no se quedarían al margen. La mitología indígena de Sudáfrica trata a las mantis como dioses en las prácticas y rituales Khoi y San; de hecho, el término para denominar a las mantis en Afrikáans es Hottentotsgod, que literalmente significa “un dios de los Khoi”, lo que se debe a la forma como tienen dispuestas las patas anteriores. Por otro lado, los griegos las veían como adivinos o profetas con poderes sobrenaturales y con la habilidad para mostrar el camino de vuelta a casa a los viajeros perdidos. En Egipto, una deidad menor con forma de mantis asistía en la función de guiar a los muertos.

A día de hoy, las mantis son uno de los insectos que más se crían como mascotas. Además, debido a sus habilidades para cazar se ha tratado de usarlas para el control biológico de plagas.

La mants europea (Mantis religiosa) ha sido introducida en distintas partes del mundo como agente de control biológico. La república isleña de Dominica lanzó estas estampas en 1988.
La mantis europea (Mantis religiosa) ha sido introducida en distintas partes del mundo como agente de control biológico. La república isleña de Dominica lanzó estas estampas en 1988.

REFERENCIAS

Imagen de portada extraída de veoverde.com.

Difusió-castellà

Mantis: les reines del mimetisme

Estimades i temudes per diferents cultures al llarg de la història, les mantis no deixen indiferent a ningú que es creui al seu camí. Són insectes àgils, forts i, sobretot, molt discrets: la seva enorme capacitat mimètica i de camuflatge amb l’entorn, tant en forma com en color, els converteix en éssers bells i terribles al mateix temps…per la resta d’insectes.

Descobreix més sobre el seu origen, com viuen, així com algunes de les curiositats que fan d’aquests organismes uns dels insectes més preuats pels amants de l’entomologia.

Introducció: Origen

El terme “mantis religiosa” s’usa vulgarment per referir-se als insectes pertanyents a l’ordre Mantodea, grup que inclou al volant de 2300 espècies descrites arreu del món. El nom d’aquests organismes se’ls atorgà per la forma com aquests col·loquen les potes anteriors en situació de repòs: enganxades al cos una al costat de l’altra en un angle que recorda al d’uns braços en posició de pregària. D’altra banda, el terme mantis prové del grec mántis = “profeta o adiví”.

Mantis europea (Mantia religiosa) (Foto de Katja Schulz, CC).
Mantis europea (Mantis religiosa) (Foto de Katja Schulz a Flickr, CC).

És important destacar que el nom “mantis religiosa” al·ludeix a una única espècie (“mantis és el nom d’un gènere dins l’ordre Mantodea), motiu pel qual en comptes de parlar de “mantis” hauríem de referir-nos a aquests insectes com a “mantodeus”.

Els primers registres fòssils de mantodeus estan datats de més de 135MA (Baissa, Siberia). Es creu que estarien emparentats amb els tèrmits (Isoptera) i les paneroles (Blattodea) degut, sobretot, a les semblances dels seus sistemes reproductors femenins, i de forma més llunyana als saltamartins i als grills (Orthoptera), grups amb què varen emparentar-se durant molt de temps formant un únic ordre. Se’ls confon sovint amb els insectes pal (Phasmatodea) i amb altres insectes amb potes anteriors de tipus raptor com els mantípids (Mantispidae, ordre Neuroptera).

Insecto palo (Phasmatodea) (Foto de David Panevin en Flickr, CC).
Insecte pal (Phasmatodea) (Foto de David Panevin a Flickr, CC).
Mantíspid (Foto de Ken-Ichi Ueda a Flickr, CC).

Com els reconeixem?

Al marge de diferències específiques, tots els mantodeus comparteixen les següents característiques:

  • Cos allargat (10-200mm).
  • Parell de potes de tipus raptor amb una o dues fileres d’espines al llarg del fèmur i la tíbia. Aquestes espines es troben orientades cap a un sentit en el fèmur i en el sentit contrari en la tíbia i encaixen entre sí, de manera que quan atrapen una presa aquesta queda immobilitzada. Alhora, les espines es claven al cos de la presa. El moviment d’aquestes urpes és tan ràpid que sol ser difícil de veure’l a simple vista.
Patas anteriores de un mantodeo (podemos observar las espinas en el fémur y la tibia) (Imagen de dominio público).
Potes anteriors d’un mantodeu (podem observar les espines al fèmur i la tíbia) (Imatge de domini públic).
  • Generalment presenten un parell d’ales, encara que en algunes espècies aquestes han quedat reduïdes o han desaparegut. Els mascles de la majoria d’espècies presenten ales, mentre que a les femelles aquestes tendeixen a trobar-se reduïdes o a ser inexistents. Al marge d’aquestes diferències, resulta força difícil diferenciar entre mascles i femelles (molts cops s’han de mirar el número de segments que presenta el cos per distingir-los).
  • Alas anteriors lleugerament endurides per tal de protegir les ales posteriors membranosas, és a dir, les que fan servir per volar. Els mantíspids (comentats anteriorment), no presenten aquest enduriment de les ales anteriors.
Blepharopsis mendica (Imagen de dominio público).
Esquema de Blepharopsis mendica (Fam. Empusidae) amb les seves ales ales anteriors endurides i posteriors membranoses desplegades (Imatge de domini públic).
  • Cap triangular de gran mobilitat situat sobre un llarg tòrax similar a un coll, fet que els permet girar-la fins a 180º (únic entre els insectes, atès que el cap sol ser un element que tendeix a estar fix a la resta del cos). Aquest tret els atorga una major capacitat per a percebre el seu entorn.
  • Ulls compostos molt grans amb capacitat per a distingir colors que flanquegen un triangle ocel·lar molt marcat. Els ocels son petits ulls simples formats per una sola lent, els quals només detecten canvis en la intensitat lumínica. En molts insectes, els ocels formen grups de tres dibuixant un triangle a la part del “front” entre els ulls compostos, el triangle ocel·lar. Els mantodeus posseeixen tant ulls molt desenvolupats com petits ocels, fet que millora la seva percepció del medi.
Cabeza de un mantodeo,con sus ojos compuestos laterales y su triángulo ocelar en el centro (Foto de David Panevin en Flickr).
Cap de Mantis religiosa, amb els seus ulls compostos laterlas i el triangle ocel·lar al centre (Foto de David Panevin a Flickr).
  • Antenes filamentoses (filiformes) entre curtes i llargues.

Com viuen aquests insectes?

Ecologia del grup

El cos allargat i les potes en forma d’urpes dels mantodeus responen a un estil de vida caçador: romanen immòbils sobre diferents elements vegetals (fulles, flors, branques…) esperant que aparegui alguna presa; és per això que moltes espècies han desenvolupat, al llarg del seu procés evolutiu, formes i colors que mimetitzen elements del seu entorn o bé que els camuflen al seu medi (veurem més sobre aquest tema als darrers apartats de l’article).

Els mantodeus són carnívors generalistes, de manera que s’alimenten d’una gran varietat d’insectes als quals guaiten i cacen a una velocitat impressionant. En condicions concretes, s’han observat casos de canibalisme entre membres d’una mateixa espècie (o d’altres mantodeus).

En aquest vídeo, podreu apreciar l’agilitat amb què cacen aquests insectes!:

Encara que virtualment es localitzen arreu del món, la majoria d’espècies es situa a les zones tropicals i temperades. Rara vegada se les trobarà a zones fredes o a ambients permanentment congelats (són inexistents a l’Antàrtica).

Cicle de vida

Els procés d’aparellament dels mantodeus és directe, de manera que té lloc una còpula en la qual el mascle ha d’aproximar-se a la femella i transmetre el seu esperma directament a l’interior del seu cos.

És de coneixement popular que les femelles dels mantodeus es mengen els mascles durant o després de la còpula. Però els entomòlegs han volgut matissar aquest fenomen: si bé és cert que aquest comportament existeix, la majoria de cops s’ha observat en condicions artificials al laboratori i no pas en llibertat. Estudis recents consideren que la tendència de la femella a menjar-se al mascle tindria lloc sobretot en situacions d’escassetat de recursos (o envers altres fonts d’estrès) en les quals la femella veiés compromesa la viabilitat de la seva descendència.

Després de copular, la femella allibera al medi una ooteca escumosa (càpsula d’ous), la qual pot incloure fins a centenars d’ous. Les ooteques tenen un enorme contingut hídric, de manera que els ous resten protegits davant la sequedat ambiental. Un cop realitzada la posta, aquesta ooteca s’endureix i actua com si fos una coscla. Passat un mes, neixen els juvenils o nimfes que creixen a poc a poc fins a assolir la fase adulta alada (desenvolupament hemimetàbol). Per saber més sobre aquest tipus de desenvolupament, pots llegir el meu article del mes passat: “Per què els insectes realitzen la metamorfosi?”.

Ooteca de una mantis (Foto de John Tann en Flickr, CC).
Ooteca d’una mantis (Foto de John Tann a Flickr, CC).

Diversitat i mimetisme

Els mantodeus consitueixen un grup molt divers d’insectes. A dia d’avui, se n’han registrat fins a 430 gèneres i unes 2300 espècies dins d’un total d’unes 15 famílies. D’aquestes 15 famílies, la que inclou un major número d’espècies i que es troba alhora més estesa arreu del món és Mantidae (dins la qual trobem la famosa Mantis religiosa). Una família molt representativa del Mediterrani és Empusidae, essent la seva major representant l’espècie Empusa pennata (o mantis pal), una mantis exclusiva del Mediterrani occidental; morfològicament parlant és similar a Mantis religiosa, però la seva mida sol ser major.

Ejemplar de Empusa pennata (Foto de Guilles San Martin en Flickr, CC).
Exemplar de Empusa pennata o mantis pal (Foto de Guilles San Martin a Flickr, CC).

Pràcticament tots els mantodeus, independentment de la família a la qual pertanyin, presenten una coloració críptica que els permet passar desapercebuts a la resta d’organismes, ja siguin preses o potencials depredadors. Així doncs, es camuflen tant per caçar com per evitar ésser caçats.

El color verde de Mantis religiosa le permite camuflarse entre las hojas (Fuente: pixabay.com, dominio público).
El color verd de Mantis religiosa li permet camuflar-se entre les fulles (Font: pixabay.com, domini públic).

El grau de similitud respecte alguns elements del medi és a vegades tan gran en algunes espècies degut a què aquestes han modificat la seva morfologia al llarg de l’evolució; d’aquesta manera, l’insecte aconsegueix imitar diferents elements del seu entorn. Aquest és el cas de la mantis orquídia (Hymenopus coronatus, fam. Hymenopodidade), localitzada a les selves de Malàisia, Indonèsia i Sumatra, la forma i coloració de la qual recorda a les de les orquídies, flors sobre les quals roman immòbil durant hores esperant les seves preses.

Mantis orquídea (Hymenopus coronatus) (Foto de Frupus en Flickr, CC).
Mantis orquídia (Hymenopus coronatus) (Foto de Frupus a Flickr, CC).

Un altre cas sorprenent és el de la mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa, fam. Hymenopodidae), l’aspecte de la qual recorda al d’unes fulles pansides (elements sobre els que resta quieta, essent molt difícil de localitzar). O el de la mantis Deroplatys truncata (fam. Mantidae), amb forma de fulla.

Mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa) (Foto de Steve Smith en Flickr, CC).
Mantis fantasma (Phyllocrania paradoxa) (Foto de Steve Smith a Flickr, CC).
Deroplatys truncata (Foto de Bernard DUPONT a Flickr, CC).

Alhora, moltes espècies disposen d’ales o elements decoratius de colors cridaners que despleguen com a senyals d’alerta així com per aparentar una major mida amb la fi de dissuadir possibles depredadors.

Mantis diabólica (Idolomantis diabolica) en posición defensiva (Fuente: photo.net, foto de Igor Siwanowicz).
Mantis diabòlica (Idolomantis diabolica) en posició defensiva (Font: photo.net, foto de Igor Siwanowicz).

Curiositats i mites

Des de temps ancestrals, la mantis ha estat objecte de múltiples simbolismes. Des de la literatura, la història fins a la religió, i fins i tot a les arts marcials, les mantis han tingut el seu paper protagonista.

Pose de la "mantis" de kung fu (Fuente: chinawhisper.com).
Postura de la “mantis”, de kung fu (Font: chinawhisper.com).

Una de les primeres referències històriques de la mantis es troba a l’antic diccionari xinés Erya (300ac), on se les descriu com a símbols de coratge i d’intrepidesa. Més tard, nombrosos autors en parlarien també a les seves obres, tant des d’un punt de vista científic, com poètic o filosòfic.

La religió i la mitologia no es quedarien al marge. La mitologia indígena de Sud-àfrica tracta les mantis com a deïtats en les pràctiques i rituals Khoi i San; de fet, el terme per referir-se a les mantis en Afrikáans és Hottentotsgod, que literalment significa “un déu dels Khoi“, fet que es deu sobretot a la postura que adopten les seves potes anteriors. D’altra banda, els grecs les veien com endevins o profetes amb poders sobrenaturals i amb l’habilitat per mostrar el camí cap a casa als viatgers perduts. A Egipte, una deitat menor amb forma de mantis assistia en la funció de guiar els morts.

A dia d’avui, les mantis són uns dels insectes més venuts i criats com a mascotes. A més a més, degut a les seves habilitats per caçar se’ls ha fet servir com a agents en el control biològic de plagues.

La mants europea (Mantis religiosa) ha sido introducida en distintas partes del mundo como agente de control biológico. La república isleña de Dominica lanzó estas estampas en 1988.
La mantis europea (Mantis religiosa) ha estat introduïda a diferents parts del món com a agent de control biològico. La república de Dominica va posar en venta aquestes estampes al 1988.

REFERÈNCIES

Imatge de portada extreta de veoverde.com.

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