Arxiu d'etiquetes: tilacino

¿Existe el Monstruo del Lago Ness y el Yeti?

El monstruo del Lago Ness, el Yeti, el Chupacabras, el BigFoot, el Kraken… todos hemos oído a hablar de ellos alguna vez e incluso hemos dudado de su (in)existencia. ¿Qué hay de cierto sobre estas criaturas? ¿Son reales? Si no lo son, ¿qué respuestas da la ciencia para rebatirlo? Descúbrelo en este artículo.

LA CRIPTOZOOLOGÍA

La criptozoología es una pseudociencia, esto es, utiliza términos supuestamente científicos pero se basa en creencias en lugar de en evidencias y no utiliza el método científico. Se encarga de buscar animales que no han sido confirmados por la ciencia, llamados críptidos. Habitualmente se trata de seres aparecidos en mitos y leyendas, pero también de especies extintas de las que se asegura que han sido vistas en la actualidad, como el tilacino o los dinosaurios (no avianos). Basta una búsqueda en internet para encontrar fotos trucadas que no engañarían ni al más crédulo (¿o si?), pero cuando se trata de historias instaladas en la memoria colectiva, el número de seguidores y defensores de la criptozoología se dispara.

sirena, juan cabana, sirena real, mermaid, real
La Sirena de Maracaibo, un clásico críptido que corre por internet. A pesar de ser una escultura de Juan Cabana, algunos aún creen en la veracidad de estos seres. Foto: desconocido.

La criptozoología suele intentar añadir rasgos de animales reales a los críptidos para hacerlos más creíbles, e incluso se apropia de las especies descubiertas por la biología (zoología), como cuando dice que el Kraken en realidad es un calamar gigante.

EL MONSTRUO DEL LAGO NESS

Nessie es el críptido más famoso, un animal acuático gigantesco que se supone que vive en el Lago Ness, en Inverness, Escocia. Como pasa con todos los seres criptozoológicos, las pruebas de su existencia son fotos borrosas y testimonios de avistamientos. Seguro que has visto alguna vez la foto más famosa del monstruo:

nessi, 1934, foto del cirujano, monstruo del lago ness, loch ness, monster
La primera foto de Nessie, tomada en 1934 se consideró (y se considera) una prueba de su existencia. 60 años después Chris Spurling confesó que era un fraude.  Foto: Marmaduke Wheterell

Ésta, igual que el resto de fotos del monstruo, se ha demostrado que han sido montajes y fraudes. A pesar de ello, siguen alimentando el mito: las ganancias anuales de esta zona de Escocia son de varios millones de euros. Así pues, no es de extrañar que muchos lagos alrededor del mundo tengan su monstruo, como el Nahuelito, Caddy, Champ, Manipogo, Ponik…

¿POR QUÉ NO EXISTE EL MONSTRUO DEL LAGO NESS?

  • Su edad: la primera referencia de un ser en este lago data del año 565. Es decir, que actualmente tendría…1451 años, mucho más que el animal más longevo conocido, la almeja Ming con 507 años. O incluso más, ya que algunos criptozoólogos defienden que podría tratarse de un plesiosaurio o un animal parecido (extinguidos hace más de 65 millones de años) de unos 20 metros de largo y entre 10-20 toneladas.

    lago ness, nutria, elefante
    O quizá sólo fuera una nutria…  Foto: Jonathan Wills
  • Su origen: si fuera un animal de la época de los dinosaurios, o sus descendientes, es imposible que haya permanecido siempre en el lago, que estuvo congelado desde la última glaciación hasta hace unos 12.000 años. No existe ninguna vía que comunique el lago con el mar ni ningún avistamiento fuera del lago, por lo que hay que descartar que el monstruo pueda entrar o salir a buscar alimento, por ejemplo. Presumiendo además que fuera un reptil acuático, su preferencia serían aguas subtropicales, no las frías aguas de Inverness (6°C de media).
  • Familia de Nessies: la única posible explicación de que siga existiendo durante miles o millones de años, es que no haya uno, sino como mínimo de 100 individuos como Nessie para que la población fuera viable, según la ecología de poblaciones. La población mínima viable es la población aislada más pequeña que tenga el 99% de probabilidad de mantenerse por 1000 años a pesar del azar (Shaffer, 1981). Además, teniendo en cuenta que el lago Ness tiene 56,4 km² y 226 m de profundidad, es evidente la falta de territorio para todos ellos (además de que los avistamientos serían constantes).
  • Falta de cadáveres: en el caso que existiera un grupo de plesiosaurios, tarde o temprano deberían aparecer cadáveres en la orilla y sin embargo nunca se ha encontrado ningún resto, ni de Nessie, que con el auge de las cámaras digitales cada vez se deja ver menos.

    Elefante nadando. El año con más avistamientos, 1933, un circo recorrió la zona. All parecer su elefante se bañó en el lago varias veces. Foto: Jeremy Tucker
    Elefante nadando. El año con más avistamientos, 1933, un circo recorrió la zona. Al parecer su elefante se bañó en el lago varias veces. Foto: Jeremy Tucker
  • Insuficiente alimento: el lago es profundo, largo y estrecho (32 km x 1,6 km). Igual que la base de la cadena alimentaria en la tierra son las plantas, en las zonas acuáticas lo son el fitoplancton, algas y plantas que puedan sostener a herbívoros y carnívoros. El lago Ness tiene poca superficie expuesta al sol, por lo que no recibe suficiente insolación para que se pueda hacer la fotosíntesis masivamente. Además, sus aguas son oscuras por tener turba en suspensión, impidiendo que entre luz a partir de pocos metros de profundidad. Es tan poco productivo, que no podría sobrevivir en él un depredador de más de 300 kilos. Obviamente, los pocos animales que hay son totalmente insuficientes para alimentar uno o más animales de 20 toneladas.

    cadena trofica, red alimenticia, xarxa tròfica,
    Cadena trófica de un sistema de agua dulce. Las flechas indican la dirección de la energía de un eslabón a otro. Autor desconocido
  • Falta de pruebas con las últimas tecnologías: la BBC ha rastreado el lago varias veces con sónares y tecnología de navegación por satélite con resultados negativos. Ni los minisubmarinos ni las webcams 24 horas han encontrado ni rastro del monstruo.

EL YETI, EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVES

El segundo críptido más famoso es un simio gigante bípedo que habita en el Himalaya. O en Norteamérica (Bigfoot), Canadá (Sasquatch), Almasty (Rusia), Hibagón (Japón), Yowy (Australia)… como sucede con Nessie, el Yeti mueve millones de euros y cada país tiene el suyo propio. Y también se sugiere que es alguna especie de homínido extinta, un neandertal, un Homo erectus o un Gigantopithecus.

yeti, huella, footprint, petjada
Fotografía que reavivó la leyenda del Yeti (1951). Foto: Eric Shipton

Como sucede con los críptidos, la pruebas se basan en testimonios oculares, fotos trucadas o de dudoso origen.  Pero en este caso hay más: muestras de pelo que se asegura que pertenecen al Yeti ¿Qué dice la ciencia?

ANÁLISIS DE ADN

El conocimiento actual de la genética ha permitido establecer con más precisión las relaciones de parentesco e identificar los seres vivos mediante los análisis de ADN. Así que Bryan Sykes (Oxford University) lideró un estudio en el que analizaron más de 30 muestras de pelo que se conservan en templos budistas, museos y colecciones privadas. Resultado: pelo de caballo, bisonte, humano, mapache, vaca, lobo, coyote… pero ninguno de una especie desconocida por la ciencia, y mucho menos del Yeti.

La buena noticia para la zoología es que dos muestras de pelo corresponden con el ADN de un fósil de oso polar, por lo que podrían pertenecer a una especie de oso desconocida hasta ahora o a una variedad de oso polar de otro color (dorado-rojizo).

PAtterson-gimlin film, bigfoot
La foto más famosa del Bigfoot es una captura de un vídeo tomado por Patterson-Gimlin.

EL CHUPACABRAS

El Chupacabras se supone que es una criatura que mata y chupa la sangre a animales de corral, sin derramar ni una gota. Las definiciones son variopintas, que si ojos rojos brillantes, escamas, bípedos, púas en la espalda… hasta se reportan casos de Chupacabras encontrados muertos:

chupacabras mexico
Los supuestos cadáveres de chupacabras suelen ser cánidos con sarna que han perdido el pelo, mapaches o en este caso un zorro volador. Foto: desconocido

El Chupacabras tiene la particularidad de actuar en países latinos: Venezuela, Puerto Rico, México, Argentina, España, Chile… El presunto hábitat del chupacabras choca con la biogeografía: una rama de la ciencia que estudia la distribución de los seres vivos sobre nuestro planeta.

Teniendo unas nociones básicas de evolución biológica, climática y de masas continentales y acuáticas, incluso nosotros podemos pensar como biogeógrafos: las especies se distribuyen según su hábitat y presentan adaptaciones a los distintos territorios y climas. Nadie pensaría en una rana viviendo en el desierto del Sáhara, por ejemplo. En cambio al chupacabras parece que le da igual: habita en variedad de paisajes entre dos continentes y varias islas, pero eso sí, presenta predilección por los lugares de habla castellana. Nada que ver con la biología: es producto de una leyenda de tradición oral, en este caso, hispana.

ZOOLOGÍA VS CRIPTOZOOLOGÍA

En conclusión, la zoología es la rama de la biología que para certificar que se ha descubierto una nueva especie tiene que:

  • Presentar un holotipo (un ejemplar del ser vivo) ante la comunidad científica (museo de ciencias naturales, universidad…) a disposición de los interesados.
  • El holotipo tiene que superar un análisis de ADN.
  • El descubrimiento se tiene que publicar en una revista científica con arbitraje o revisión por pares -peer review- (método para validar los resultados de la investigación)
  • Después de su validación se clasifica siguiendo las normas de la taxonomía y sistemática.

No hace falta inventar extrañas criaturas y desacreditar a la biología: la naturaleza es suficientemente sorprendente como para maravillarnos con nuevas especies tangibles que la zoología sigue descubriendo y describiendo. Animales increíbles como los tardígrados, los pirosómidos, los calamares gigantes y las especies abisales, los ornitorrincos y ratas venenosas… y muchos otros que quedan por descubrir.

REFERENCIAS

El tilacino: nosotros lo extinguimos

Hoy se cumplen 79 años de la muerte del último tilacino conocido, Benjamin, en el zoo de Hobart (Tasmania). El tilacino, lobo marsupial o tigre de Tasmania es uno de los ejemplos clásicos de animales extinguidos por los humanos.  Su fama se debe a su extinción relativamente reciente, a  su anatomía atípica ya que existen imágenes en movimiento del último ejemplar, lo que transmite cierto desasosiego al saber que ya no existe. ¿Quieres conocer sus peculiaridades, las causas de su desaparición y las investigaciones sobre su posible clonación?

EL TILACINO, UN MARSUPIAL

A pesar de sus múltiples nombres, el tilacino (Thylacinus cynocephalus*) no estaba emparentado ni con los lobos ni los tigres (mamíferos placentarios), ya que se trataba de un animal marsupial. Los marsupiales son un infraorden de mamíferos en que la cria nace en una etapa muy temprana de su desarrollo, casi en estado de embrión. Los representantes más conocidos son los canguros, koalas, wallabys, zarigüeyas y bandicuts.

Un dels pocs llops marsupials que es conserven taxidermitzats en el món. Museo nacional de Ciencias Naturales, Madrid. Foto: Mireia Querol
Uno de los pocos tilacinos taxidermizados que se conservan en el mundo. Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. Foto: Mireia Querol

Después de una gestación muy corta, el recién nacido se desplaza hasta uno de los pezones de la madre donde se queda agarrado varios meses. En la mayoría de los marsupiales, los pezones -y por tanto la cría- están protegidos por una bolsa llamada marsupio. Cuando la cría completa su desarrollo, soltará el pezón y saldrá del marsupio a explorar el exterior. Observa en el siguiente vídeo el nacimiento y migración del embrión de un canguro rojo:

DESCRIPCIÓN

El tilacino era originario de Australia y Papúa Nueva Guinea, aunque en el siglo XVII (llegada de los colonos europeos a Oceanía) sólo se encontraba en Tasmania.

mapa tilacino, thylacine distribution, tigre de tasmania, lobo de tasmania
Antigua distribución del tilacino. Mapa de Discover Life

Se trataba de un animal con rasgos físicos de lobo, tigre y canguro debido a la evolución convergente, lo que lo convertía en un caso único y un enigma para la ciencia antes de conocerse su taxonomía. Su pariente más próximo es el diablo de Tasmania (Sarcophilus harrisii).

Tenía aspecto de perro grande con una cola gruesa y rígida. Su peso era de unos 30 kgs de media. El pelaje era corto, de color pardo grisáceo y con 13-20 rayas negras verticales en la parte trasera. Se estima que vivían entre 5 y 7 años en libertad.

Instal·lació d'exemplars dissecats. Foto: South Australian Museum
Instalación de ejemplares taxidermizados. Foto: South Australian Museum

Era capaz de dar saltos bípedos y mantener la postura erguida durante breves lapsos de tiempo. También eran buenos nadadores. La anatomía del tilacino cuando se ponía de pie, con la cola apoyada en el suelo, recuerda al canguro como atestigua la siguiente filmación de 1933:

ALIMENTACIÓN

El tilacino era exclusivamente carnívoro, alimentándose de canguros, emús, wallabies y wombats. Era un cazador solitario y crepuscular, que atrapaba a sus presas mediante emboscadas, ya que no era muy veloz. Podía girar la palma de la pata igual que hacen los gatos. Este mayor movimiento de la pata les habría permitido someter más fácilmente a la presa después de un ataque por sorpresa. Por contra, animales con menor movilidad en la pata, como algunos cánidos, prefieren la persecución a la emboscada y a menudo cazan en manada.

Benjamin abriendo la boca en una respuesta a una amenza similar a un bostezo. Zoo de Beaumaris, foto de David Fleay.
Benjamin abriendo la boca de manera similar a un bostezo en respuesta a una amenza. Zoo de Hobart. Foto de David Fleay.

Otra característica única era la capacidad que tenía para abrir la boca. Dotada de 46 dientes, las potentes mandíbulas podían abrirse en un ángulo de 120 grados, lo que le permitía tragar trozos de carne muy grandes.

La impresionante capacidad bucal del tilacino. Foto: desconocido
La impresionante capacidad bucal del tilacino. Foto: captura de vídeo de David Fleay

Observa en el siguiente vídeo de el último registro en movimiento de Benjamin y su compañero de jaula (1933), de donde se ha obtenido la captura anterior:

Para ver los 7 vídeos que se conservan de este fantástico animal, entra en The Thylacine videos.

REPRODUCCIÓN

Los tilacinos podían reproducirse de junio a diciembre. Nacían de 2 a 4 crías por camada, que pasaban 3 meses en el marsupio pero seguían dependiendo de la leche de su madre 9 meses más. A diferencia de muchos marsupiales, en el tilacino el marsupio se abría hacia la parte trasera del cuerpo.

tilacino embarazada, cria tilacino
Únicas fotografías existentes de hembras de tilacino con el marsupio abultado por una cría. Foto tomada de The Thylacine Museum

EXTINCIÓN

Los aborígenes australianos ya conocían y cazaban el tilacino, como se puede ver en su arte del 1000 a.C. Las primeras posibles huellas de tilacino descubiertas por europeos datan de 1642, aunque no fue hasta 1808 que se hizo una descripción detallada de la especie.

tilacino cazado
Tilacino cazado en 1869. Foto de dominio público

Hay diversas hipótesis que apuntan a la extinción del tigre de Tasmania, en la mayoría, los humanos somos los principables culpables. Igual que pasa actualmente con el lobo en España, el lobo marsupial fue rápidamente acusado de matar ganado, por lo que se ofrecían recompensas por animal abatido y fue objeto de una caza intensiva. Estudios posteriores han concluido que su mandíbula no era lo suficientemente fuerte como para matar una oveja adulta.

Única imatge existen d'un llop marsupial amb una presa. Investigacions recents suggereixen que es tracta d'un muntatge amb un especimen dissecat per donar-li mala fama. Foto de H. Burrell
Única imagen existente de un tilacino con una presa. Investigaciones posteriores sugieren que se tata de un montaje con un especimen disecado para darle mala fama. Foto de H. Burrell (1921)

Con la colonización de Australia, el hábitat y las presas del tilacino se vieron disminuidas drásticamente. También fueron víctimas de especies introducidas en el continente por los humanos, como los perros, zorros y los dingos (subespecie de lobo). Es posible además, que sufrieran algunas enfermedades que los llevaran a la muerte.

ültimo tilacino salvaje cazado por Wilfred Batty. Foto: desconocido (Wikimedia commons)
Último tilacino salvaje cazado por Wilfred Batty (1930). Foto: desconocido (Wikimedia commons)

En 1920 los tilacinos ya estaban al borde de la extinción. En 1930, fue cazado por un granjero el último ejemplar salvaje conocido y el 1933 llegó al zoo de Hobart el apodado Benjamin. En 1936, lo olvidaron fuera de su jaula y no sobrevivió a las gélidas temperaturas de la noche. 59 días antes, había sido aprobada de manera oficial la protección de la especie.

Sólo 128 años después de su “descubrimiento” se extinguió el último tilacino. Foto de David Fleay coloreada por Neitshade

Tras los 50 años que exige la comunidad científica sin ningún avistamiento o prueba de su existencia, el tilacino fue oficialmente declarado extinto por la IUCN en 1986. Muchos dicen haber visto al tilacino e incluso grabado alguno en libertad, pero no hay pruebas definitivas al respecto.

INVESTIGACIÓN ACTUAL

La International Thylacine Specimen Database es una base de datos internacional que recopila todos los registros existentes del tilacino (ejemplares disecados, huesos, fotos, vídeos…). Desde 1999, ha habido intentos de volver el tilacino a la vida mediante técnicas de clonación, que han resultado infructuosos. En 2008 científicos australianos consiguieron extraer ADN de ejemplares conservados en alcohol y activar un gen implantándolo en un embrión de ratón y en 2009 se publicó la secuenciación completa del ADN mitocondrial. El difícil objetivo es activar el genoma completo del tilacino, para tener una posibilidad de real de clonarlo. Pero en caso que suceda, ¿qué implicaciones éticas, económicas y científicas tiene la reaparición de una especie ya extinta? El debate sigue abierto.

*Thylacinus cynocephalus proviene del griego θύλακος (thylakos, “bolsillo”) y κυνοκἐφαλος (kinokefalos, “cabeza de can”).

REFERENCIAS

Mireia Querol Rovira