No tener patas no te convierte en una serpiente

Con la llegada del buen tiempo es más probable que salgamos al campo a disfrutar de la naturaleza y eso aumenta las posibilidades de encontrarnos con serpientes y otros reptiles tomando el sol encima de una piedra o correteando entre la hierba. Las serpientes son el grupo de escamosos sin patas más conocido, aunque muchas otras especies de lagartos y lagartijas también han perdido las extremidades a lo largo de su evolución. En esta entrada explicaré algunas características distintivas de las tres especies de lagartos sin patas que podemos encontrar en la Península Ibérica, el lución y las culebrillas ciegas.

LAGARTOS SIN PATAS

La pérdida de patas (apodismo) es un fenómeno evolutivo que se ha dado más de una vez en el orden de los Squamata. De hecho, actualmente existen como mínimo unos nueve linajes (aparte de las serpientes) que han sufrido un proceso de pérdida de la funcionalidad de las patas. En la mayoría de grupos esto se debe a una adaptación a una vida subterránea (suelen tener la cola corta y redondeada) o a una vida entre la hierba y la vegetación (suelen tener una cola larga y delgada).

1Scheltopusik o lagarto ápodo europea (Ophisaurus apodus) un lagarto sin patas de la familia Anguidae, foto de Tim Vickers.

Aunque técnicamente las serpientes también son lagartos que han perdido las patas, a diferencia de los otros grupos, algunos ofidios pueden representar un peligro para el ser humano. Por eso es importante saber distinguir a una serpiente del resto de lagartos sin patas. Hay una serie de características que nos pueden ayudar a identificar a una serpiente o a un lagarto no venenoso:

  • Las serpientes no tienen párpados móviles, mientras que el resto de lagartos sí suelen tener.
  • Los ofidios no presentan oído externo, mientras que en la mayoría de lagartos se puede apreciar el canal auditivo.
  • Las serpientes presentan escamas ventrales especializadas para la locomoción, mientras que muchos lagartos ápodos se tienen que desplazar ayudándose de las irregularidades del terreno.
  • Muchos lagartos ápodos pueden desprender-se de la cola como método de defensa (autotomía caudal) mientras que las serpientes no.
www.public-domain-image.com (public domain image)Fotografía de una mamba verde occidental (Dendroaspis viridis), un ofidio típico, por Jon Sullivan.

En una entrada anterior ya explicamos las diferentes especies de serpientes que podemos encontrar en la Península Ibérica. A continuación os presentaré a las tres especies de escamosos ápodos que nos podemos encontrar cuando salimos de paseo por parajes naturales de nuestro país.

LUCIÓN (Anguis fragilis)

El lución es un lagarto ápodo de la familia de los ánguidos (Anguidae) dentro de la cuál encontramos la subfamilia Anguinae, en la que muchos miembros han perdido las extremidades o las tienen muy reducidas. El nombre científico del lución, Anguis fragilis significa literalmente “serpiente frágil”, por su capacidad de desprender-se de la cola para huir de los depredadores.

SONY DSCFoto de un lución cerca de Nismes, por © Hans Hillewaert.

Descripción

El lución es un pequeño lagarto sin patas que llega a medir 40 centímetros de largo. Presenta escamas lisas y brillantes y una cabeza pequeña con el cuello poco definido. A diferencia de las serpientes posee parpados móviles, una lengua horcada y una pequeña apertura timpánica.

Los ejemplares jóvenes suelen presentar una coloración morena dorada, plateada o amarillenta con los lados y el vientre negros. Las hembras presentan una coloración parecida a los jóvenes, siendo de color ocre con el vientre marrón oscuro o negro y una banda dorsal negra, aunque su coloración puede variar mucho.

Slow Worm (Anguis fragilis), seen near Hitchin, Hertfordshire, during the final test of the August GOC walk, on 3 August 2013. It's the first ever reptile I've photographed, and indeed, the first I've seen in the wild! So I was very happy.Hembra de lución, fotografiada en Hertfordshire por Peter O'Connor.

Los machos son los más uniformes, con el dorso y los lados de color marrón, grisáceo o castaño y algunos con manchas marrones a los lados que se pueden volver azules.

6Lución macho, con las distintivas manchas azules, por Maria Haanpää.

Hábitat y distribución

Es un reptil ampliamente distribuido por la mayor parte de Europa, se puede encontrar desde la Península Ibérica, Inglaterra y Escocia hasta Irán y el oeste de Siberia pasando por Grecia y Turquía.

7Mapa mostrando la distribución del lución, por Osado.

En la Península Ibérica se encuentra sobre todo en la mitad norte, ocupando gran parte de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla León y el norte de Aragón y Cataluña. El lución es una especie común que pasa desapercibida debido a sus costumbres discretas. Los podemos encontrar en una gran variedad de hábitats abiertos como herbazales, matorrales y bosques abiertos.

8Distribución del lución en España, por Lameiro.

A diferencia de la mayoría de reptiles que buscan el sol para calentarse, el lución presenta una marcada preferencia por los sitios húmedos y sombríos, con vegetación baja y abundante. Se suele refugiar debajo de piedras, troncos, plásticos o madrigueras de mamíferos pequeños.

Male slow worm (Anguis fragilis)Lución macho en su hábitat en los Paises Bajos, por Viridiflavus.

Biología y ecología

En la Península Ibérica el lución está activo desde finales de febrero hasta noviembre, momento en el que empieza la hibernación, durante la cual se agrupan hasta 100 individuos. El apareamiento dura desde mediados de marzo hasta julio, durante el cual se pueden dar peleas entre los machos. La gestación del lución dura unos 3 meses, es una especie ovovivípara (tiene huevos pero estos eclosionan en el interior de la hembra) y da a luz entre 2 y 22 crías.

Muchas especies de reptiles, aves y mamíferos se alimentan de esta especie. Como muchos otros lagartos, el lución se puede desprender de la cola como método de defensa, la cual se sigue moviendo mientras que el resto del animal huye. La cola se empieza a regenerar al cabo de varias semanas.

10Fotografía de un lución después de desprenderse de su cola, por SuperMarker.

El lución se alimenta de caracoles, gusanos, larvas de insectos y muchos otros invertebrados pequeños ya que, a diferencia de las serpientes, no pueden desencajar las mandíbulas para tragar presas grandes. En muchos lugares ha sido injustamente perseguido aún siendo una especie beneficiosa para campos y jardines, ya que se alimenta de muchos animales considerados plagas para las plantas.

11Foto de un lución alimentándose de una babosa, por Biosphoto/Thiebaud Gontard.

CULEBRILLAS CIEGAS (Blanus cinereus y Blanus mariae)

Los anfisbénidos (clado Amphisbaenia) son un grupo altamente especializado de escamosos subterráneos conocidos con el nombre de lagartos ciegos. Aunque exteriormente se parecen a algunas serpientes primitivas, se diferencian de éstas en que las serpientes perdieron primero las patas delanteras y el pulmón izquierdo y en cambio los anfisbénidos perdieron primero las patas traseras y el pulmón derecho. Actualmente se conocen unas 180 especies de anfisbénidos, dos de las cuales se encuentran en la Península Ibérica: La culebrilla ciega ibérica (Blanus cinereus) y la culebrilla ciega de María (Blanus mariae), diferenciándose tanto por su distribución como por estudios genómicos.

12Culebrilla ciega ibérica en Andalucía, foto de Antonio.

Descripción

Las culebrillas ciegas son unos reptiles estrictamente adaptados a la vida subterránea y con un aspecto parecido a una lombriz. A primera vista resulta difícil diferenciar la cabeza de la cola, hecho que les resulta muy útil a la hora de huir de los depredadores (igual que el lución, pueden desprenderse de la cola, aunque ésta no se regenera completamente).

SONY DSCCulebrilla ciega ibérica al lado de Murcia. Nótese la similitud entre la cabeza y la cola. Foto de Jorozko.

Los adultos llegan a medir más de 15 centímetros de largo, llegando algunos ejemplares a los 30 centímetros. La cabeza es corta y redondeada, con una amplia placa frontal para ayudar durante la excavación. Los ojos son vestigiales (solo detectan cambios en la intensidad de la luz) y están cubiertos de escamas, mientras que el oído y el olfato están altamente desarrollados.

14Foto de la cabeza de una culebrilla ciega ibérica, en la que se puede observa los ojos cubiertos de escamas, por J. Gállego.

Las escamas son rectangulares y están distribuidas formando anillos alrededor del cuerpo. La coloración va desde el rosa pálido, el púrpura oscuro y el marrón, y no existe diferencia entre machos y hembras. Como todos los anfisbénidos, les culebrillas ciegas pueden desplazarse hacia delante y hacia detrás.

15Culebrilla ciega adulta cerca de Cáceres, en la que podemos apreciar las escamas rectangulares y distribuidas uniformemente. Foto de Mario Modesto.

Hábitat y distribución

Las dos especies de culebrillas se encuentran exclusivamente en la Península Ibérica excepto en el norte y noreste, desde el nivel del mar hasta los 1800 metros (en Sierra Nevada). La culebrilla ibérica (Blanus cinereus) es la más común mientras que la culebrilla ciega de María (Blanus mariae) ocupa el suroeste peninsular.

16Mapa de distribució que incluye tanto a Blanus cinereus como a Blanus mariae, por Carlosblh.

Las culebrillas ciegas se encuentran en una gran variedad de hábitats, desde los bosques de encinas, pinos y robles, hasta cultivos, jardines y áreas arenosas. Es una especie de hábitos subterráneos que se suele refugiar debajo de piedras y troncos. Igual que el lución, prefiere los ambientes húmedos y con terrenos blandos para poder excavar.

Biología y ecología

Las culebrillas ciegas están activas todo el año aunque intensifican su actividad durante la primavera, el verano y también después de las lluvias. Durante el día suelen refugiarse en galerías excavadas bajo tierra o debajo de troncos y piedras. En invierno mantienen su temperatura corporal moviéndose por las galerías a diferentes profundidades o colocándose debajo de piedras expuestas al sol.

P1050134Foto de una culebrilla ciega ibérica cerca de Cádiz, foto de Jorge López.

Su dieta se compone de insectos, arácnidos y otros artrópodos que se encuentran entre las hojas o bajo tierra. Las culebrillas son depredadas por un gran número de vertebrados terrestres, y sus métodos de defensa incluyen: escisión de la cola, huir por las galerías o enrollarse sobre sí mismas.

Video de una culebrilla ciega ibérica de Albacete, por Encarna Buendia.

La época de apareamiento va de febrero a junio. La cópula se suele producir entre abril y mayo. La hembra pone un único huevo relativamente grande, que abandona enterrándolo bajo tierra. El período de incubación dura entre 69 y 82 días y los recién nacidos miden entre 78 y 86 milímetros.

16Foto de un par de culebrillas ciegas ibéricas en un jardín al lado de Sevilla, por Richard Avery.

OTROS LAGARTOS ÁPODOS

Como ya hemos dicho, aparte de las especies aquí descritas existen muchos otros grupos de lagartos ápodos alrededor del mundo. Algunos de los grupos más destacados son:

La familia Scincidae: Familia de lagartos regordetes con patas cortas, muchos miembros de la cual no presentan extremidades funcionales. En la Península Ibérica encontramos dos especies: el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) y el eslizón tridáctilo ibérico (Chalcides striatus).

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Eslizón tridáctilo ibérico, foto de Benny Trapp.

La familia Pygopodidae: lagartos con extremidades ausentes o reducidas emparentados con los geckos.

17Foto de un lagarto ápodo de Burton (Lialis burtoni) del sur de Australia, por Matt.

La familia Dibamidae: Lagartos ápodos tropicales y de costumbres excavadoras.

18Foto de un dibámido llamado Anelytropsis papillosus, tomada de Tod W. Reeder et al.

La familia Anniellidae: Lagartos ápodos americanos.

19Un lagarto ápodo del género Anniella, de California, por Marlin Harms.

Aunque la mayoría de lagartos ápodos sean inofensivos, eso no significa que podamos tocarlos y manejarlos de cualquier manera cuando nos encontramos uno en el campo. Los lagartos ápodos, como la mayoría de animales salvajes, se estresan fácilmente con el contacto humano y no deberían manejarse excepto para fines científicos. La mejor manera de disfrutar de la naturaleza es observándola sin perturbarla.

REFERENCIAS

Se han consultado las siguientes fuentes durante la elaboración de esta entrada:

Difusió-castellà

5 pensaments sobre “No tener patas no te convierte en una serpiente”

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